A la izquierda, el tío del chico señala el lavarropas que desencadenó la desgracia.

Para Walter Ezequiel Echegaray no hubo vuelta atrás. El chico de 16 años que había quedado en grave estado tras recibir una descarga eléctrica al tomar contacto con un lavarropas en su casa de Santa Lucía no aguantó más y finalmente en la mañana de ayer, tras más de 60 horas de agonía, falleció mientras estaba internado en el Hospital Rawson. Walter había dejado la escuela secundaria, pero estaba haciendo un curso de peluquería. Le gustaba sentarse en la vereda con sus amigos a tomar una gaseosa y andar en bicicleta. "Es terrible, es algo que no tiene explicación", dijo Miguel Merlo, tío de la víctima.

"Auxilio, ayuda, el Walter, el Walter". La que gritaba desesperadamente era la madre del joven, que estaba preparando la comida en la cocina cuando escuchó que algo pasaba en el patio de la casa, ubicada en el barrio San Lorenzo. Para pasar un poco el calor infernal del pasado miércoles, Walter había estado jugando a chayarse con su hermano más chico, un nene de 9 años con retraso madurativo. "Eran muy pegotes, vivían jugando y siempre le llevaba el apunte", describió Merlo. Pero ese constante compañerismo entre los hermanos quedó sellado para siempre cuando Walter, a eso de las 13.30, estando descalzo y mojado, tocó el lavarropas, que estaba encendido. La familia ayer se seguía cuestionando por qué lo hizo, porque nadie lo mandó a desenchufarlo, a sacar la ropa, a tocar un botón o a cualquier otra cosa. Nadie lo sabe. "Parece que simplemente lo tocó al pasar y eso lo volteó en el acto", dijo Merlo, que fue quien escuchó primero los gritos de la madre y fue corriendo a ayudar. Walter estaba tendido junto al lavarropas, boca arriba, pálido y con el cuerpo duro. "Mientras esperábamos a la ambulancia le hice RCP, pero no reaccionaba. Desde que recibió la descarga nunca más despertó", siguió el tío.

El chico finalmente fue trasladado al Hospital Rawson, donde llegó con vida, pero con daños casi irreversibles en prácticamente todo el cuerpo, principalmente en los pulmones.

La familia no sabe bien por qué el chico tocó el lavarropas, estando mojado y descalzo. Nadie lo mandó.

Walter Ezequiel Echegaray, el fallecido.

Sin importar los pronósticos poco alentadores de los médicos, la familia y otros allegados al joven pidieron cadenas de oración, sobretodo en las redes. Pero lamentablemente nada funcionó, porque a las 7 de la mañana de ayer Walter no resistió más.

"Fallece tu mujer, te quedás viudo; fallece tu padre, te quedás huérfano; pero fallece tu hijo y no hay palabras. Nunca te imaginás que vas a enterrar un hijo, es inmenso el dolor", cerró Merlo.

Constatado el fallecimiento, el cuerpo del chico fue trasladado a la Morgue Judicial para que se le realizara la autopsia.