Un joven de 27 años quedó seriamente complicado como autor de graves delitos contra el nene de 4 años hijo de su pareja, al que él le dio su apellido: el juez de Instrucción Guillermo Adárvez le atribuyó los delitos de lesiones gravísimas por la enfermedad mental incurable que le dejó el nene, al parecer durante un violento zamarreo. Y también por haberlo violado o accedido carnalmente. En ambos casos, el magistrado consideró que los delitos están agravados por el vínculo, es decir por ser el padre, alguien que en teoría debía cuidarlo y no someterlo a una situación de agresión que ahora amenaza con terminar con los días del niño, dijeron fuentes judiciales.

El sospechoso no dio su versión de los hechos en el Tercer Juzgado de Instrucción, indicaron.

Todo pasó el martes entre las 6 y las 9 de la mañana del 10 de diciembre pasado cuando la madre del menor debió salir y dejó a su nene al cuidado de su pareja.

Al regresar, la mujer aseguró que debió bañar al niño porque estaba sucio (se había defecado encima) y lo curioso fue que -según los voceros- no notó nada extraño en el menor, salvo que le dio sueño y se puso a dormir.

Pero no era sueño. Sobre las 13 de aquel día debieron llevarlo al médico y enseguida los profesionales notaron que algo no estaba bien con el menor, sobre todo por el típico signo de tener los ojos muy enrojecidos, síntoma usual del niño sacudido.

Y no fallaron. Luego de examinarlo con rigor, confirmaron sus sospechas que cuajaron en un diagnóstico desalentador, pues tras un estudio establecieron que había sufrido un infarto masivo de cerebro, es decir que ese órgano principal había quedado muy dañado, indicaron.

Por eso es que ahora le atribuyen lesiones gravísimas, por la enfermedad mental incurable que, por ahora, padece el menor.

No fue todo. El juez también ordenó que lo examinaran para saber si había sido o no abusado y entonces la sorpresa y la indignación crecieron al descubrir que el pequeño también había sido violado.

Ahora, el juez esperará el resultado de algunas medidas de prueba antes de resolver si cabe o no procesar con prisión preventiva al sospechoso.