Un chico de 15 años estaba internado anoche en terapia intensiva del hospital de Niños con graves lesiones, luego de ser aplastado por una máquina retroexcavadora en un basural de calle 5 y Pellegrini, en La Bebida, Rivadavia. El aparato tiene una oruga metálica en lugar de ruedas, pero el chico se salvó de milagro gracias al colchón de basura que amortiguó el peso de la máquina, dijeron ayer fuentes policiales.

La víctima fue Juan Fernández, quien vive con su familia en el Lote 30, en La Bebida. En la Comisaría 13 intentaban descifrar si el fue empujado por alguien por broma o si intentó meterse a sacar algo de la basura, ya que ese lugar concurren decenas de vecinos con sus niños en busca de chatarra y hasta algo para comer.

La versión policial es que el chofer de la máquina hizo marcha atrás, giró la cabina e intentó volver hacia adelante cuando los vecinos los pararon a los gritos. Entonces volvió a hacer marcha atrás y ahí se enteró que con la oruga izquierda había aplastado al menor. La madre del chico se limitó a decir anoche que estaba un poco mejor.