Un niño de 14 años murió en la tarde del jueves en circunstancias que habían resultado sospechosas para la Policía, por el lugar en el que ocurrió el desenlace letal alejado de su casa en Chimbas: un descampado cercano a una finca de La Cañada, en Albardón. Y sobre todo por su escasa edad. Tan dudoso resultó el caso (Wilson Cortes murió unos 20 minutos después de ingresar al hospital José Giordano), que hasta policías de Homicidios tomaron intervención. Sin embargo ayer la autopsia en el cadáver reveló que sufrió un edema pulmonar, una falla orgánica que es consecuencia de un problema al corazón, dijeron fuentes policiales. Así, se descartó una muerte violenta.