El resonante caso del nene de 4 años que fue violado y murió 45 días después (el 23 de enero de 2020) a causa de hemorragias causadas por una fractura en su cabeza y violentos zamarreos, librará un último capítulo en la Corte de Justicia. Es que Marcelo Salinas, defensor oficial del changarín condenado a 45 años por esos gravísimos delitos, Exequiel Contreras (32), pidió al máximo tribunal revisar el fallo y absolver a ese joven por el beneficio de la duda, pues entendió que el fallo de los jueces Silvina Rosso de Balanza, Juan Bautista Bueno y Maximiliano Blejman (Sala II, Cámara Penal), fue fruto de un "subjetivismo", que dejó de lado "hechos fundamentales", que hubieran llevado a otra conclusión en el caso, indicaron fuentes judiciales.

Para el tribunal, se probó que Contreras cometió un abuso sexual con acceso carnal agravado por estar al cuidado del niño y convivir con él, y también un homicidio simple, pues en la causa no se acreditó de ninguna manera que el imputado fuese el padre de la víctima. Fiscalía y la Parte Querellante habían pedido perpetua por la violación y un homicidio agravado.

El defensor cuestionó que el tribunal diera por cierto que el niño hubiera sido atacado entre las 6,30 y las 9,30 del 9 de diciembre de 2019, cuando permaneció a solas con su defendido (supuesto padre), porque los médicos que evaluaron las lesiones mortales del pequeño Exequiel Cuello, concluyeron que pudo sufrirlas entre 24 y como máximo 72 horas antes de esa revisación, concretada al otro día de ingresar al hospital. Y estimó que esa franja de tiempo, abría la puerta a considerar que otras personas pudieron haber atacado al nene.

Según el defensor, que el niño vomitara el día previo (8 de diciembre) alrededor de las 22, cuando volvió de la casa de una tía y que, además, presentara en un ojo un moretón de un golpe sufrido días previos, pudieron ser síntomas de la lesión neurológica que había sufrido en su cabeza.

EL DEFENSORoficial, Marcelo Salinas (derecha)
reclamó ante la Corte.

El defensor oficial también cuestionó que se dejara de lado el informe psicológico de la madre del niño, Tamara Cuello (Fiscalía pidió investigarla por su supuesta complicidad) y sus contradicciones. Una psicóloga dijo que la percibió "desapegada emocionalmente" y sin angustia por su hijo, sabiendo que estaba grave. Y aseguró que presentaba una "personalidad tipo bordeline o limítrofe (...) son personalidades que están al límite entre la neurosis y la psicosis (...) pueden tener períodos de impulsividad, sin frenos inhibitorios como sucede normalmente. (...) ante cualquier cosa nimia, se enoja (...)".

Tamara Cuello había dicho que el niño se le cayó a ella en la ducha, pero luego aseguró que eso le hizo decir el propio Contreras, aunque no encajó que en ese relato diera un detalle que pareció no dictado: haber visto al niño tambaleándose y afirmándose en las paredes.

Para el defensor, otra "prueba científica" que excluye a Contreras como presunto violador y autor del ataque es el informe del laboratorio, principalmente en la ropa interior del niño y del propio Contreras, en el que se concluye que no hay roturas, ni sangre y, fundamentalmente, restos de semen o líquido seminal.

Para la defensa, hay dudas de que fuera el autor. Asegura que el tribunal dejó de lado hechos que hubieran llevado a otra conclusión.