En el segundo juicio oral y público contra cuatro acusados de intentar comercializar a una menor de 14 años (en 2011) para ser prostituida en Santa Fe, el fiscal federal Francisco Maldonado volvió a sostener que todos cometieron el delito de trata sexual en su modalidad de captación y ofrecimiento, agravados por el estado de vulnerabilidad de la menor, el vínculo con tres de los imputados y por el número de partícipes. También sostuvo que uno de esos sospechosos, una hermana de la niña, la corrompió sexualmente, llegando al extremo de entregarla a un conocido por un par de zapatillas y chequear si en realidad había perdido su virginidad. Esos acusados son dos de las hermanas de la víctima, Yésica Cortese y Nancy González, el exesposo de esta última, el renombrado Federico Elías Fernández Santa Lucía, y Emanuel José Samuel Astudillo.

Para Fernández Santa Lucía pidió 13 años de cárcel, 12 para Cortese y 10 para los restantes acusados. En su alegato, el fiscal sostuvo que la niña vivía con Cortese en Rawson, y que allí fue corrompida sexualmente. También dijo que se escapó cuando supo que su cuñado Fernández Santa Lucía, con la complicidad de Cortese, querían venderla a Santa Fe para prostituirla. Y que la esposa de ese sujeto, González, tuvo una participación necesaria pues consintió todas las maniobras y no hizo nada.

A Astudillo le atribuyó haber capturado a la niña cuando andaba en la calle en situación de vulnerabilidad, y habérsela ofrecido de regreso a Fernández Santa Lucía a cambio de armas y dinero.

Para la defensa, en cambio, la acusación no se acreditó en este juicio: el primero concluyó con una sentencia el 15 de agosto de 2015 y fue revocado por un tribunal nacional tras un reclamo del fiscal, porque otros jueces entendieron que no hubo trata sexual.

Ayer, el defensor oficial federal Esteban Chervin, los defensores públicos coadyuvantes Sergio Herrero y Diego Giócoli y el defensor particular de Astudillo, Ismael Hidalgo, pidieron la absolución "lisa y llana" de todos los implicados, porque entendieron que no se probó la acusación.

Herrero planteó, además, la nulidad de la acusación por corrupción de menores contra Cortese porque dijo que su defendida no se había defendido con una indagatoria de ese delito. Chervín dijo que el delito ni siquiera existió e insistió con anular todo el proceso, porque consideró que no se puede juzgar dos veces (non bis in idem) a una persona por el mismo delito. Pidió además que la psicóloga Vanesa Pringles sea investigada por falso testimonio.

La defensa coincidió en que hubo un gran componente de "mitomanía" revelado por otras psicólogas que trataron a la menor, quien sufría una poliadicción a las drogas y "quería hacer una vida a su gusto".

Los jueces del Tribunal Federal, Daniel Doffo, Eliana Rattá Rivas y Alberto Carelli escucharán las réplicas de las partes antes de su fallo.

Con tres condenas

Fernández Santa Lucía ya tiene 3 condenas: una pena de 4 años por acopio y tenencia ilegal de armas y munición de guerra, que quedó firme en el primer juicio por trata. Otra de 14 años porque en ese allanamiento encontraron imágenes del abuso sexual al que sometía a su hijastro de 5 años. También recibió otro castigo de 1 año por amenazar a dos nutricionistas del Penal de Chimbas.