El juez del Tribunal de Impugnación, Juan Carlos Caballero Vidal (h), confirmó parcialmente ayer la condena que otro juez había impuesto al hijo de un conocido abogado por haber abusado de su propia hermana el día que, en su casa, concluían los festejos por su cumpleaños, el 4 de enero del año pasado. El 6 de octubre pasado, el juez de Garantías, Matías Parrón, había castigado a 4 años al imputado (tiene 33 años) por intentar violar a esa mujer (hoy de 35 años), pero el magistrado de Impugnación (que había excarcelado al acusado por no estar firme el fallo) revisó la sentencia por un reclamo de los defensores Josela y Fernando Echegaray Moya, y ayer consideró que no se había acreditado con ninguna prueba que esa mañana el acusado quisiera violar a la hermana cuando esta dormía. Sin embargo entendió que el abuso sexual sí existió (hubo líquido seminal en la bombacha de la víctima), aunque lo calificó como simple y, en consecuencia, rebajó también la pena impuesta: aplicándole 3 años de prisión, pero sin encierro y siempre que cumpla una serie de condiciones. A saber: fijar domicilio y someterse al cuidado de liberados y excarcelados, no concurrir a lugares frecuentados por delincuentes, no consumir alcohol ni drogas, no acercarse ni molestar a la víctima, no cometer nuevos delitos y trabajar cuatro horas por semana durante 6 meses en el municipio más cercano a su domicilio. Si no cumple con alguna de esas condiciones, podrá cumplir su condena efectivamente.

UN ESCÁNDALO

La víctima del abuso había dicho que el día en que ocurrió todo dormía con uno de sus niños, cuando se despertó porque sintió un empujón. Entonces se vio desnuda de la cintura para abajo y en igual situación a su hermano encima suyo, al que escuchó decirle algo que no entendió y al que empujó de una patada, para luego contarle lo que había sufrido a la pareja del imputado y marcharse de la casa con sus hijos.

Instantes después hubo un escándalo, porque cuando la pareja de la mujer (ella siempre dijo que fue violada) se enteró, fue hasta el lugar de los festejos y a los gritos increpó al ahora condenado. También llamó a la Policía y así el caso se denunció, cosa que en principio no quería hacer la víctima.

Luego de relatar cómo ocurrieron los hechos, la mujer también dijo que su papá, el abogado, la contactó para que favoreciera a su hermano, pues de no hacerlo él revelaría otra situación sexual que la comprometía. Esa conversación entre padre e hija, fue calificada por Fiscalía como una presunta 'coacción', que tiene al abogado en el centro de una investigación, dijeron fuentes judiciales.