El robo de 8 computadoras tipo netbooks de una sala de la Escuela Villicum de la localidad albardonera de Campo Afuera tuvo un desenlace inesperado: lo sustraído estaba en la casa de la portera, que vive en el mismo establecimiento.

El robo se produjo el jueves en horas de la noche cuando no quedaba nadie en la escuela. Ahí la mujer habría aprovechado para ingresar a la sala de computación y no descartan que haya sido ayudada por su hijo, de apenas 10 años, para hacerse con los aparatos de infomática.

Los pesquisas de la Comisaría 18va siguieron una pista firme que conducía a ese lugar y efectivamente en la casa de la portera fue donde se toparon con lo robado. El marido de la mujer también entregó una bicicleta que, según dijo, el hijo trajo al hogar y desconocía su procedencia.