Desolada. La casa de la jubilada es una de las últimas del loteo y no hay vecinos alrededor. Por eso fue un blanco fácil para los delincuentes.

Cuatro asaltantes hicieron vivir una noche de terror a una jubilada de 61 años a la que golpearon, maniataron y mantuvieron cautiva durante dos horas dentro de su propia casa en Angaco. La banda buscaba una suma de dinero que la pobre mujer no tenía. Sólo pudieron llevarse 300 pesos, un televisor y un celular. Ella luego escapó corriendo, a los gritos y con las manos todavía atadas. Su familia denunció que llamaron reiteradas veces a la Seccional 20ma, pero tardaron 40 minutos en llegar pese a que la comisaría está a 5 cuadras de la casa.

El violento atraco ocurrió días atrás en el loteo llamado Techo Seguro, al Sur del centro de Angaco. Carmen Olivera, quien es viuda, tiene tanto miedo que ahora es cuidada por sus hijos. La mujer había decidido irse a vivir sola a ese nuevo barrio para buscar tranquilidad, pero lo que encontró fue la peor experiencia de su vida en manos de unos delincuentes.

Eran las 2 de la mañana. Su hermano, que había ido a visitarla y a cenar, acababa de marcharse. Olivera se disponía a apagar las luces de la casa cuando sintió que patearon la puerta del fondo y vio que cuatros encapuchados ingresaron violentamente. Ahí le dieron unos golpes, la tiraron al piso y le ataron las manos.

"Uno se sentó arriba mío y me decía que le diera la plata o me iban a matar. Después me ataron al espaldar de la cama. Ahí estuvieron torturándome como dos horas. Sacaron la ropa del ropero, la pusieron al lado de la cama y encima mío y amenazaron con prenderme fuego", relató Carmen.

Los delincuentes revisaron hasta los recibos de la jubilación y la pensión para saber lo que ganaba. Al final lo único que pudieron robar fueron 300 pesos, un televisor de 45 pulgadas y un celular. Antes de huir la amenazaron. Cuando pudo soltarse de la cama, salió a buscar ayuda.