Agustín Osvaldo Peña Espejo, imputado por la violación y el robo que tuvo como víctima a una joven de 20 años en Pocito, está cada vez más cerca de enfrentar un juicio. El fiscal Mario Panetta confirmó que el 4 de diciembre se realizará la audiencia de control de acusación, instancia procesal en la que se formaliza el cierre de la investigación y se solicita la elevación a juicio del caso.

La causa, denunciada en mayo de 2025, avanzó con rapidez debido a la contundencia de los elementos reunidos por el equipo de la UFI Cavig, que logró obtener pruebas determinantes para acreditar tanto el abuso sexual con acceso carnal como el robo del celular y la bicicleta de la víctima.

Entre las primeras evidencias surge la recuperación del teléfono robado, hallado mediante herramientas tecnológicas. El aparato estaba en poder de un familiar del imputado, quien declaró que Peña Espejo se lo había vendido. A esto se sumó el análisis de cámaras de seguridad, cuyas imágenes mostraron al joven circulando en la bicicleta sustraída o merodeando por la zona donde ocurrió la agresión sexual.

Otro elemento decisivo fue el informe del médico legista y los cotejos de ADN, que confirmaron la violación y vincularon directamente a Peña Espejo como autor del ataque.

El hecho ocurrió el 17 de mayo en un callejón de La Rinconada, Pocito. La joven, que salía de su trabajo durante la siesta, fue interceptada, amenazada y arrojada hacia unos matorrales, donde fue despojada de sus pertenencias y posteriormente abusada. Según su testimonio, el agresor le exigió objetos de valor y luego manifestó sus intenciones de atacarla sexualmente.

Tras la agresión, la víctima logró escapar y pedir ayuda en una finca cercana, desde donde fue asistida y acompañada a radicar la denuncia. Su relato fue clave para avanzar en la investigación.

En la audiencia de formalización realizada anteriormente, el juez de Garantías Javier Figuerola imputó a Peña Espejo por amenazas, robo y abuso sexual con acceso carnal, habilitó un plazo de ocho meses para la investigación penal preparatoria y ordenó tres meses de prisión preventiva, que luego fue renovada. Desde entonces, el imputado permanece alojado en el penal de Chimbas.

Con la investigación ya concluida y la fecha del control de acusación fijada, el caso está a un paso de ser elevado a juicio, una instancia que podría definir la responsabilidad penal del acusado por uno de los hechos más graves ocurridos este año en Pocito.