La causa por la tragedia vial ocurrida en Ruta 40 y Calle 9, que se cobró la vida del verdulero Juan Agapito Cabrera, comenzó a delinear las estrategias de las partes. Mientras la Fiscalía avanza con nuevas pericias que podrían agravar la imputación, la defensa del conductor imputado, el jubilado Miguel Ángel Ávila (70), buscará instalar una línea clave: “El verdulero no debía estar ahí”.
Este lunes se realizó la audiencia de formalización, en la que el fiscal Francisco Nicolía, con la colaboración de la ayudante fiscal Gimena Cornejo, imputó a Ávila por el delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente. El acto fue presidido por el juez Roberto Montilla, quien dispuso un año de investigación penal preparatoria y ordenó la libertad del imputado bajo reglas de conducta.
Ávila, representado por los abogados Néstor Olivera y Marcelo Sandez Luján, recuperó la libertad tras el acto procesal. Entre las obligaciones impuestas se encuentra la presentación mensual en Comisaría 7ª y la prohibición de salir de la provincia sin autorización judicial. Antes de finalizar la audiencia, el hombre expresó: “Pido perdón y me pongo a disposición de la Justicia”.
Una imputación que podría cambiar
Durante la audiencia, el fiscal Nicolía advirtió que la calificación legal no está firme y podría modificarse según los resultados de nuevas pruebas. Entre las medidas pendientes figuran informes médicos de los ocupantes del Fiat Palio, del conductor de la Toyota Hilux y de los ocupantes de la Renault Kangoo, además de requerimientos a la empresa Disei.
También se aguarda un peritaje accidentológico que determine la velocidad a la que circulaba Ávila al momento del choque. Si se confirma un exceso significativo, ese elemento podría incorporarse como nuevo agravante. A su vez, los informes médicos de los damnificados podrían derivar en imputaciones por lesiones leves culposas.
La Fiscalía ya cuenta con pruebas consideradas clave: el video de una cámara de seguridad —difundido el fin de semana por DIARIO DE CUYO— y los tests de alcoholemia y estupefacientes, ambos con resultado negativo. Quedó descartado, por ahora, que el jubilado haya conducido alcoholizado o drogado. No obstante, los investigadores no descartan otros factores, como una posible distracción con el celular, hipótesis que sigue bajo análisis.
La estrategia de la defensa
En paralelo, la defensa comenzó a trazar su estrategia central. Olivera y Sandez Luján pondrán el foco en que Cabrera se encontraba detenido a la vera de la Ruta 40, vendiendo verduras junto a su Dodge 1500, en un sector donde —según remarcan— la normativa de tránsito prohíbe detenerse, salvo por urgencia y de manera transitoria.
Con ese argumento los abogados buscan desligarlo de toda responsabilidad de la muerte de Cabrera o al menos alivianar la calificación. El hombre todavía puede ser imputado por lesioness culposas a raíz de la existencia de otros damnificados.
La secuencia fatal
El trágico episodio ocurrió el viernes a las 9.45, cuando una Renault Kangoo que circulaba por Ruta 40 no frenó ante el semáforo en rojo de Calle 9 y lo habría hecho a alta velocidad, según las primeras pericias y testimonios.
De acuerdo al informe preliminar de la UFI Delitos Especiales, una Toyota Hilux, conducida por Andrés Emanuel Bustos, se encontraba detenida en el carril oeste, aguardando el cambio de semáforo. Detrás estaba un Fiat Palio al mando de Carla Antonela Navarro Martínez, acompañada por Gabriel Agustín Regó Puente Dura.
La Kangoo impactó violentamente contra ambos vehículos. Por la fuerza del choque, el utilitario salió despedido, perdió el control y terminó cayendo sobre la banquina, donde arrolló a Cabrera, quien murió en el lugar pese a la rápida llegada de una ambulancia.
Los ocupantes de la Kangoo fueron asistidos en el sitio y no requirieron traslado. En tanto, los dos jóvenes del Palio fueron derivados al Hospital Rawson, donde quedaron internados fuera de peligro. El conductor de la Hilux resultó ileso.
Con la investigación en marcha y pericias clave por delante, la causa se encamina a un escenario de disputa técnica y jurídica, donde la velocidad, la conducta del conductor y la presencia de la víctima en la ruta serán ejes centrales del debate.

