Este miércoles, comenzaron los alegatos contra Luis Sebastian Piñones, acusado de dispararle a su pareja por la espalda, tras una violenta discusión. El juicio por tentativa de femicidio inició el viernes 12 de diciembre luego de que el autor del disparo no aceptara un abreviado.
El proceso judicial contra Piñones se desarrolla ante un tribunal integrado por los jueces Mariano Carrera, Verónica Chicón y Sergio López Martí. La acusación está a cargo del fiscal Leonardo Arancibia, acompañado por la fiscal ayudante Erica Funes (UFI CAVIG), mientras que la defensa del imputado es ejercida por una representante de la Defensa Oficial, la doctora Sandra Leveque.
En este punto, Fiscalía pide que se declare la culpabilidad de Piñones y en consecuencia se condene a la pena de 22 años de cárcel por el delito de Tentativa de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por violencia de género, además de delitos de Amenazas en perjuicio de la sobrina dela damnificada, quien salió en su defensa esa noche. La víctima habló una vez más y pidió “Justicia porque esa noche si me mataba yo no estaría acá y mis hijos sin madre”.
La defensa planteó que no existieron amenazas, ni un hecho de violencia de género. No desconoció que existía un vínculo pero hizo mención a ciertas denuncias en contra de la víctima por amenazas a otras personas, que “Piñones se defendió” y manifestó que Fiscalía “usa Wikipedia para hacer sus alegatos”.
El hecho
El 3 de julio del año pasado, Piñones protagonizó una violenta discusión con su pareja, quien le reclamó que dejara el consumo de drogas. La discusión fue escalando y derivó primero en una golpiza y luego en un disparo efectuado por la espalda, que dejó a la víctima con la bala incrustada en el coxis.
Según consta en la causa, la mujer denunció haber atravesado una noche de extrema violencia en su vivienda del barrio Conjunto 7, en Pocito.
La mujer, que convivió 14 años con quien creía “el amor de su vida”, habló frente a los jueces. “Recién ahora pude declarar y espero que se haga justicia”, dijo. “Esa noche atentó contra mi vida. Me dañó psicológicamente a mí y a mis hijos. Necesito que esto se termine, ya no quiero recordar, me hace muy mal”, expresó.
La mujer describió ese momento con crudeza ante este diario: “Pasé tres o cuatro horas pidiéndole que se fuera de mi casa. Después de que me desfiguró la cara, no quería irse. Yo le decía que iba a llamar a la Policía. No se fue hasta que me disparó. Me partió la cabeza, hizo lo que quiso con mi vida esa noche. Sentí que moría en sus manos”.
Cuando se le preguntó si sabía que él tenía un arma, la mujer respondió: “No, no lo supe hasta que me disparó. Fue terror esa noche”. “Me encerró en una pieza y me salvó mi hijo”, agregó.

