La historia detrás del feroz ataque ocurrido en el barrio La Estación finalmente quedó al descubierto. Este jueves se realizó la audiencia de formalización contra Brisa Milagros Flores, quien quedó imputada por el delito de tentativa de homicidio tras asestar más de diez puñaladas a una mujer de apellido Narváez, en un hecho que quedó grabado en video y se viralizó.

La joven de 19 años —madre de una niña de dos— recibió el beneficio de la prisión domiciliaria por dos meses, bajo control de tobillera electrónica, debido a sus responsabilidades de cuidado. Sin embargo, lo que más sorprendió fue la revelación del motivo que desencadenó la agresión: una disputa por un joven de 17 años, padre de la hija de la imputada.

Los celos, el detonante del ataque

Según expuso la Fiscalía en la audiencia, Flores estaba convencida de que Narváez —la víctima— estaba embarazada del adolescente con quien mantenía un conflicto sentimental. El joven, de 17 años, es expareja de Flores y padre de su hija.

La imputada creía que Narváez había retomado una relación con él y que incluso esperaba un hijo suyo. Esa sospecha, según la investigación, generó una escalada de amenazas previas por redes sociales y discusiones entre ambas.

Narváez, por su parte, declaró que su vínculo con el joven había terminado hacía dos meses porque él estaba “por mal camino”, involucrado en hechos delictivos, y que decidió alejarse porque “solo le traía problemas”.

La noche del ataque

El ataque ocurrió alrededor de la 1.30 del 17 de noviembre, en inmediaciones de calle Frías. Narváez caminaba con una amiga cuando fue interceptada por tres chicas —dos de ellas menores de edad— con quienes ya existían conflictos previos.

Tras un cruce de palabras, las menores habrían empujado a Narváez al suelo. En ese momento apareció Brisa Flores por detrás, armada con un cuchillo, y la atacó por la espalda.

La víctima recibió más de diez puñaladas, varias de ellas profundas. La gravedad de las heridas obligó a su traslado urgente al hospital, donde lograron salvarle la vida.

Brisa Flores tras ser detenida este miércoles.

Tras el ataque, Flores se fugó y permaneció 23 días prófuga. Con la supervisión del fiscal José Plaza, la Brigada de la UFI Genérica llevó adelante múltiples pesquisas hasta que finalmente la localizaron en la casa de su abuela, en Rawson. Allí terminó detenida este miércoles 10 de diciembre.

La investigación también incorporó testimonios que revelan que el conflicto venía de larga data. Una vecina contó que, días antes del ataque, familiares de Flores habrían advertido que estaban “buscando el paradero” de Narváez para “amarrarla”, lo que generó fuerte temor en la joven.

La amiga de la víctima confirmó que estaba junto a ella cuando comenzó la pelea y que ambas habían recibido mensajes agresivos previos.

El fiscal José Plaza (izquierda) formuló la acusación este jueves ante el juez Mariano Carrera.

Con la formalización ya realizada, Flores deberá cumplir dos meses de prisión domiciliaria mientras avanza la investigación. La causa continuará con la recolección de pruebas, entre ellas el video del ataque, el informe médico de las heridas y los testimonios de testigos.

La Fiscalía sostiene que el móvil fue un conflicto sentimental atravesado por celos, que terminó de la peor manera: con una chica gravemente herida y otra enfrentando una acusación por un delito que podría llevarla a prisión efectiva.