Doce días desaparecida en la selva mexicana. Ese fue el calvario que atravesó María Belén Zerda, la argentina de 38 años que fue hallada el pasado 18 de abril caminando sola por una avenida de Cancún. Este viernes, habló por primera vez desde que volvió al país y expresó su agradecimiento por el apoyo recibido, además de aclarar que no sufre ninguna enfermedad mental.
“Estoy viva y sana, lo cual es un milagro”, escribió en sus redes sociales. La sanjuanina —que supo formar parte de la Confederación Argentina de Cestoball— eligió enfocarse en su recuperación y evitar detalles del episodio que aún genera más dudas que certezas.
En su mensaje, desmintió versiones sobre supuestos problemas psiquiátricos: “Tengo una trayectoria laboral sólida, experiencia en empresas reconocidas, donde superé múltiples entrevistas y tests psicológicos. No tengo ninguna patología como esquizofrenia”.
Durante la búsqueda, su caso activó el Protocolo Alba, un mecanismo urgente para mujeres desaparecidas en México. La zona donde se la vio por última vez, la colonia Tres Reyes, es conocida por su peligrosidad y sus vínculos con el crimen organizado. En los días previos a su desaparición, Belén había enviado mensajes alarmantes: le pidió a su familia que no fuera a buscarla por temor a que los secuestraran, y le dijo a una amiga mexicana que se fuera de Cancún.
Su departamento fue hallado en condiciones inquietantes: con el celular envuelto en cinta adhesiva y notas manuscritas que no fueron reveladas.
En su publicación, Zerda agradeció a su familia, amigos, medios, autoridades argentinas y mexicanas, y personas clave como la policía Ana y María Fernanda Vizan, que la acompañaron en su regreso. Y dejó un mensaje: “Ojalá aprendamos algún día la importancia de la compasión y el apoyo mutuo. Que la empatía nos guíe siempre”.
A pesar del alivio por su aparición, la historia todavía deja un interrogante sin resolver: ¿qué le pasó realmente a Belén Zerda durante esas dos semanas en la selva de Cancún?

