Este martes, la Justicia de Mendoza ordenó la liberación de Cacho Garay, el humorista acusado por una serie de delitos, entre ellos abusos sexuales, en una causa que inició hace dos años tras la denuncia de su ex pareja. La decisión fue tomada por la jueza Natacha Cabeza, quien aceptó el pedido presentado por su abogado defensor, Daniel Romero.

Entre las condiciones impuestas para continuar el proceso en libertad, se dispuso una suba de la fianza a 7 millones de pesos —dos millones más que lo fijado anteriormente—, además de una serie de normas de conducta estrictas. Garay no podrá salir de Mendoza ni del país, deberá entregar su pasaporte y presentarse a firmar semanalmente en la unidad fiscal que lleva adelante el caso.

También deberá continuar con tratamiento psicológico y psiquiátrico, presentando mensualmente los certificados correspondientes. A su vez, sigue vigente la prohibición de acercamiento a menos de 700 metros de la denunciante, quien actualmente reside en Córdoba, y no podrá tener contacto con testigos ni peritos.

La jueza también le ordenó no consumir alcohol ni drogas y, por supuesto, no cometer nuevos delitos para mantener la medida de libertad.

“La jueza entendió nuestro pedido de que no hay riesgo procesal. Cacho siempre se presentó ante la justicia y nunca violó las reglas de conducta. Se pudo comprobar que el impedimento de libertad era una medida excesiva”, aseguró su abogado, Daniel Romero. Además, explicó que su cliente “está muy feliz” con la resolución, aunque admitió que llegó a la audiencia con mucha ansiedad, tras pasar dos años detenido, primero en prisión efectiva y luego bajo arresto domiciliario.