Gema Guerrero manifestó en su fundamentación por qué sacó el último agravante, también dijo que fue clave el testimonio de los vecinos que asistieron al empresario tras la golpiza recibida el pasado 11 de abril en horas de la tarde.
También dijo que hubiese sido necesaria la presencia del perito en la audiencia, sobre todo para explitar en detalle los supuestos mensajes que se enviaron y que se comprobaría que los tres barras fueron enviados a golpear a Juan Manuel Salvalaggio. Esta prueba si se presentó en juicio, pero por escrito. Además como agravante fue la alevosía con la que actuaron, teniendo en cuenta que la víctima no podía defenderse y que los vecinos jugaron su papel.