La tragedia que sacudió este viernes 12 de diciembre a la mañana al departamento Pocito tuvo un origen claro según las primeras pericias y testimonios: una Renault Kangoo que circulaba a alta velocidad y no frenó ante un semáforo en rojo. Esa maniobra imprudente se transformó en el desencadenante del fatal triple choque registrado a las 9.45 en Ruta 40 y Calle 9, donde murió Juan Agapito Cabrera, un vendedor de verduras conocido en la zona.

De acuerdo con el informe de la UFI Delitos Especiales, una Toyota Hilux conducida por Andrés Emanuel Bustos se encontraba detenida en el carril oeste de Ruta 40, esperando el cambio de semáforo. Detrás de ella estaba un Fiat Palio, manejado por Carla Antonela Navarro Martínez, quien viajaba junto a Gabriel Agustín Regó Puente Dura.

En ese contexto, la Renault Kangoo conducida por Miguel Ángel Ávila apareció por la misma arteria “a alta velocidad” —según testigos— y embistió violentamente a ambos vehículos detenidos. El impacto fue tan fuerte que la Kangoo salió despedida por el aire, perdiendo totalmente el control.

Esa proyección convirtió la escena en una tragedia cuando la camioneta cayó sobre la banquina y arrolló a Cabrera, quien estaba junto a su Dodge 1500 estacionado, ejerciendo su habitual actividad de venta de verduras en la esquina. El hombre murió en el lugar, pese a la rápida llegada de la ambulancia.

Los ocupantes de la Kangoo fueron asistidos sin requerir traslado, mientras que los dos jóvenes del Palio fueron derivados al Hospital Rawson, ambos fuera de peligro. El conductor de la Hilux salió ileso.

En la escena trabajaron Delitos Especiales, Criminalística y personal de la Comisaría 7ª, realizando las pericias correspondientes: registros fotográficos y planimétricos, entrevistas a testigos, relevamiento de cámaras, alcohotest y dosajes, además del secuestro de los rodados involucrados. El cuerpo de Cabrera fue trasladado a la Morgue Judicial para la autopsia.

La investigación continúa para determinar si existieron fallas mecánicas, distracción o exceso de velocidad o de alcohol en sangre, pero todo apunta a que la Kangoo que no frenó en el semáforo en rojo fue el origen de la cadena de choques que terminó con una vida y dejó un profundo impacto en la comunidad pocitana.