Problema. Aranda reconoció que limpian habitualmente los terrenos linderos a la Escuela de Enología. La norma sanciona a privados e instituciones públicas.

El municipio de la Capital endureció su postura frente a los dueños de baldíos que estén cubiertos de basura. A través de una ordenanza que aprobó el Concejo Deliberante en diciembre, la comuna intimará a los propietarios a que limpien sus inmuebles y si no lo hacen, personal del departamento ingresará a los predios con autorización judicial, sacará los residuos y los cerrará, pero todo lo que insuman esos trabajos se los cargará a los titulares de los terrenos en la tasa de servicio sobre inmueble. No es lo único, ya que se mantiene vigente la multa por tener el lugar en esas condiciones.

La movida que encaró el intendente Franco Aranda apunta a tener limpia la ciudad y a que en los baldíos no se generen basurales que afecten a los vecinos con insectos y roedores y que sean un refugio de delincuentes. Si bien en la comuna existían normas que trataban de impedir esa situación, el Ejecutivo y el Deliberativo sacaron una ordenanza que unifica y agiliza el procedimiento, además de ser más duro contra los infractores. La misma entrará en vigencia en el transcurso de este año y en todo el departamento hay 1.740 baldíos sin cerrar, informó el jefe comunal.

Según explicó, antes sólo podían ingresar a un predio privado con el OK de la Justicia provincial. Lo limpiaban y sólo se le aplicaba la multa al propietario, que va de 200 a 2.000 unidades tributarias, que hoy, cada una de ellas está en 10 pesos. En la práctica, el inmueble volvía a ser cubierto de residuos y escombros.

Ahora, la habilitación para entrar al terreno de un particular la expide la Justicia municipal y además de sacar la basura, los empleados pueden cerrar el lugar. Todo el costo que demande tal trabajo, la comuna lo cobrará a través de la tasa de inmueble que paga el propietario. El cálculo del monto se establece a través de una fórmula que tiene en cuenta la cantidad de trabajadores utilizados y las horas que le insumieron las tareas, las máquinas y herramientas usadas, los vehículos y la distancia que recorren para trasladar la basura y la desratización, entre otros ítems. Como también el cómputo depende de la extensión del terreno, en la Intendencia dijeron que no hay ejemplos de cuánto puede ser el número, hasta que se den los primeros casos. Si el dueño no paga, se lo ejecutará a través de la vía judicial. A todo se le suma la multa por mantener sucio el espacio, la cual sigue vigente.

No obstante, hay excepciones. Si la persona no tiene recursos, se le condonará el gasto de la higienización del baldío, siempre y cuando demuestre su incapacidad para enfrentar tal erogación, aunque no se librará de la multa. Por otro lado, la norma también contempla la posibilidad de que aquel que no pueda mantener su inmueble, lo ceda al municipio en comodato para un fin social.