Mientras daba su último discurso de la jornada, en el Teatro del Bicentenario, Marcelo Orrego tomó el bastón de mando a mano firme y exhibió un gesto de satisfacción y miró hacia arriba, como al cielo, ya que le dedicó un párrafo especial a su papá Humberto, quien falleció el pasado 22 de septiembre. Lo recordó cuando resaltó que "me crié haciendo política con mi padre", además de resaltar que le inculcó la "cultura de trabajo". También les agradeció fuertemente a sus socios políticos, que jugaron un papel clave en su carrera. Uno fue Roberto Basualdo, su mentor; otro su hermano Juan José "Kanki" Orrego y, el restante, su amigo Fabián Martín, vicegobernador. El bastón de mando se lo entregó su familia y el propio Basualdo, mientras que Sergio Uñac le colocó la banda de gobernador, en un acto protocolar e institucional en el marco de un traspaso de gestión de representantes de fuerzas políticas distintas, lo que se ha dado en cuatro ocasiones en 40 años de retorno de la democracia.

Gabinete. El gobernador les tomó juramento a sus 13 funcionarios que integran la primera línea de su equipo de Gobierno.

En el acto en el teatro, luego de recibir los atributos de mando, Orrego les tomó juramento a sus nueve ministros, tres secretarios de Estado y al asesor Letrado de Gobierno. Después, brindó un segundo mensaje, en el que, al principio, repasó ejes del discurso que había dado en la Legislatura. Así, hizo hincapié en un punto que marcará su gestión. Reiteró que trabajará "codo a codo con los 19 intendentes, cualesquiera sean sus pertenencias políticas". Por eso, remarcó que, "así como los voy a ayudar, les pido que me ayuden. A los diputados les digo lo mismo, tenemos que trabajar juntos". La frase no fue casual. El gobernador estará en minoría legislativa y 15 de los 19 jefes comunales son del PJ y del bloquismo.

Luego, se dio un tiempo para tomar el bastón y explicar sus características. Ya había homenajeado a su padre, al recordar sus inicios en la política, junto a él, en las visitas a uniones vecinales e instituciones. "Quería ser gobernador", contó que respondía de pequeño cuando le preguntaban que quería ser en su vida. Después, con el atributo en sus manos, rememoró cuando su papá se levantaba temprano para ir a trabajar, lo que lo marcó porque significaba que salía a ganarse la vida para que él pudiera comer y estudiar.

En el repaso de sus seres queridos, dijo que "admira" a Basualdo, que fue el que le dio "una oportunidad" y que cumplió un rol "fundamental" en su trayectoria, sumado a que remarcó su "apoyo, generosidad y cariño". También le agradeció a su hermano "Kanki" y a su hermana Cecilia. Y sumó a Martín, "mi querido amigo. Porque se la jugó", dado que "vice significa después, porque él podría haber sido candidato a gobernador, pero no titubeó ni un minuto y, en vez de elegir la comodidad y el confort, fue a trabajar conmigo mano a mano".

El bastón de mando se lo entregó su esposa Eliana y sus hijos Delfina y Benicio, junto a Basualdo. A su vez, la banda se la colocó Uñac. Si bien fue un acto rápido, entre ambos hubo gestos de buen clima, en el marco de un traspaso institucional. El ahora exgobernador tuvo un momento de buena onda con el vice Martín, con el que cruzó palabras y hubo risas entre ambos. Los dos habían tenido definiciones encontradas durante la transición.

El Teatro del Bicentenario estuvo colmado, en el que los asistentes aplaudieron tanto a Orrego como a sus funcionarios, en una jornada institucional histórica.