La ley nacional de cupo femenino de 1991 fue toda una innovación a nivel internacional, según señalan diversos estudios, ya que estableció un porcentaje de participación de mujeres en la política, lo que se vio reflejado en un aumento en el Congreso. En San Juan, la normativa se replicó tres años después, pero con una reducción: dejó abierta la puerta para que ese porcentaje pudiese ir en lugares relegados de una lista, lo que sucedió en muchos casos y tuvo su impacto en la escasa presencia en la Cámara de Diputados local. Ese impulso a nivel país y su retroceso en la provincia tuvo su instancia de superación con la sanción el año pasado de la ley de paridad de género, que apunta a una mayor igualdad con los varones en el acceso a los cargos legislativos.


El cupo femenino a nivel nacional se instaló bajo la norma 24.012, la cual dispuso que "las listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo del 30 por ciento de los candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con posibilidad de resultar electas". Si bien su aplicación tuvo obstáculos por parte de los partidos (dominados por hombres) en distintas provincias, se vio un salto de la presencia femenina en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación, ya que llegaron a ocupar entre el 40 y 45 por ciento de las bancas.

En San Juan también se presentó un proyecto de ley en 1991, pero fue cajoneado por los hombres de la política de la época, habían dicho legisladoras como la bloquista Gladys Pósleman y la radical Fátima Farías. Tres años después, la iniciativa fue nuevamente impulsada por la diputada Ursulina Cantoni, la cual fue sancionada el 13 de octubre bajo el número 6.515. Pero en el camino perdió una parte sustancial del texto. Si bien se mantuvo la "cuota" del 30 por ciento, se le suprimió la frase que señalaba la "posibilidad de resultar electas". Desde su origen, la normativa recibió críticas. Pósleman había resaltado que "es una ley innecesaria que, así como está, no cambia la historia. Hemos dado un paso atrás, ya que ese 30 por ciento que pregona puede estar al final de la lista de candidatos, con lo cual, las mujeres seguiremos siendo objeto de discriminación política". Por su parte, Farías la había calificado de "híbrida" y que "no sirve para nada porque sigue dejando a las mujeres en el último escalón de la política". La autora, hija de Federico Cantoni, había remarcado que se trataba de "una base" porque "cada mujer luchará en su partido por ocupar un lugar". 


La predicción de las opositoras a la legislación se cumplió, ya que, desde 1995 (fecha en la que empezó a tener vigencia) a la actualidad, el porcentaje de damas en, por ejemplo, la Cámara de Diputados no llegó al 30 por ciento. La cifra más cercana fue del 22,2 por ciento en el período 2015-2019 (ver infografía).


La evolución comenzó a gestarse en noviembre de 2017, cuando el Congreso de la Nación aprobó la ley de paridad de género para los cargos de diputado y diputada nacional y senador y senadora. En la provincia se dio el correlato el 10 de octubre de 2020, cuando el gobernador Sergio Uñac anunció el envío de un proyecto de distribución igualitaria para que en las listas para la Legislatura y Concejos Deliberantes vayan integradas "por candidatos y candidatas de manera intercalada". La iniciativa fue aprobada el 23 de diciembre de ese año bajo la identificación 2.198 N.


La dimensión del impacto de la participación femenina se verá en la elección 2023. A modo ilustrativo, la Legislatura cuenta con 19 bancas departamentales y 17 proporcionales. En 2019 ingresaron cinco diputadas proporcionales y una departamental. Si ese año se hubiera aplicado la paridad, el salto se hubiera dado en las legisladoras proporcionales, dado que habría tres más: dos por el Frente de Todos al respetar la manera intercalada y una por Juntos por el Cambio. No obstante, no habría modificaciones en las legisladoras departamentales, ya que las listas fueron encabezadas mayoritariamente por hombres en casi todas las alianzas. Y, en ese caso, la distribución igualitaria se hace entre el primer titular y su suplente. De esa forma, con la ley de paridad habría 9 diputadas de 36, lo que representaría el 25 por ciento. De todas formas, es el esquema de hace dos años, ya que en 2023 puede haber más candidatas que encabecen las listas de legisladoras departamentales.


Una modificación clave se daría en los Concejos Deliberantes. En total hay 131 bancas, de las cuales, hoy están ocupadas por 49 mujeres (el 37,4 por ciento). Con el reparto igualitario, la cantidad de damas se hubiera ido a 60 (el 45,8 por ciento).

PASO HISTÓRICO

El 23 de noviembre de 2017, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la ley de paridad de género para cargos de diputados y senadores con 165 votos a favor y cuatro en contra. De esa manera, la norma terminó de completar el circuito legislativo, ya que había tenido media sanción del Senado en octubre de 2016. La legislación comenzó a regir en la elección de 2019, siempre que estuvieran en juego puestos nacionales.