Un primer tiempo sin tiempo. Sólo correr y lograr que la pelota pueda atravesar una y otra vez el arco que contrasta con las montañas de la Quebrada de Zonda. Uno, dos, tres… once. Cada gol, un abrazo, una celebración y un gramo más alejados de la locura. Disfrutan la cancha mientras pueden. Saben que la noche se avecina. Pero esta vez, los cuerpos estarán tan cansados que no serán necesarias las pastillas que calman demonios. Y aunque ganen el partido por goleada, para ellos el mejor triunfo es abrir las rejas de sus mentes y sus almas por 40 minutos. Esto es lo que vivieron durante 4 días los internos del Hospital Mental El Zonda. Jugaron un campeonato de fútbol con otras clínicas psiquiátricas de la provincia. Los locales ganaron todos los partidos, sumando 32 goles. Fue en una inédita jornada de puertas abiertas que organizó el hospital para celebrar sus 38 años.

Buscaron estrategias para ganar. Juego en equipo. Pases como si estuvieran en algún equipo de Primera. Meses de entrenamiento y partidos improvisados con los enfermeros del hospital. Esto fue lo que los llevó a que los locales ganaran todos los partidos por goleada. Y hasta se dieron el lujo de prestar un arquero al equipo contrario. "En la cancha no pienso en nada más. Me olvido de los problemas, de los dolores, de las miserias", dijo Carlos Guerra, un ex jugador de fútbol que pasó por el club San Martín y desde hace 7 meses está internado porque es alcohólico.

Los contrincantes fueron los pacientes de las clínicas privadas psiquiátricas León Cali y Santa Lucía. "Hay que correr para adelante siguiendo la pelota. No importa si perdemos", dijo Lucas Escudero, interno de la clínica Santa Lucía. Es que los resultados no importaron a la hora de entregar medallas porque cada jugador recibió una. Y entre pelotazo y pelotazo, abundaron las sopaipillas y las bromas. "Ojalá no nos hagan el control antidoping", le dijo uno de los internos al psiquiatra que miraba atento el partido.

El fútbol no fue lo único que entretuvo a pacientes en El Zonda. También hubo aerobics para las chicas y baile. El broche de oro será mañana por la noche, cuando se lleve a cabo una peña folclórica.

"Es la primera vez que realizamos actividades de este tipo y a puertas abiertas. El objetivo es integrar a los enfermos mediante el deporte y el juego", dijo Héctor González, director del hospital, que alberga a unos 80 pacientes. La mayoría está en el lugar hace años y casi no reciben visitas. "Hay muchos que no tienen dónde ir. Este lugar se transformó en su casa. La mayor parte de los pacientes son psicóticos, es decir que viven desconectados de la realidad de algún modo u otro. La actividad física los ayuda a socializar y alivianar las distintas patologías psiquiátricas", dijo González.