Tras la polémica que se había despertado por el presunto faltante de camas en hospitales públicos en las dos primeras muertes de sanjuaninos por gripe A, algo que había sido negado por las autoridades sanitarias locales, ayer el ministro de Salud de la provincia, Oscar Balverdi, admitió que a veces existe ese déficit y que es una situación que no se puede prever. Así lo dijo en una entrevista con este diario, en la que dijo que "en algunos momentos puede no haber" y que en el caso del bebé fallecido, no hubo respirador disponible en toda la provincia para atenderlo (ver página 3).

Tanto los familiares de Mercedes Videla, la mujer de 37 años fallecida en Caucete, como el médico encargado del vuelo sanitario que trasladó a San Luis a Tiago Molina, el bebé de 8 meses que murió allá, habían dicho que en ambos casos no había cama disponible en los hospitales públicos sanjuaninos para atenderlos cuando estaban enfermos. Pero, por el otro lado, la titular de Epidemiología de Salud Pública, Frida Cappato, dijo que no tenía informe de faltante de camas y que incluso contaban con la colaboración de clínicas y sanatorios privados para cuando hiciera falta.

Por eso quien salió a terciar ayer fue el propio ministro, quien dijo que la falta de camas y otros elementos es algo que ha sucedido (incluso en el caso de la muerte del bebé) y que puede volver a pasar, dado que la pandemia crece con un ritmo que no se puede prever. Hasta agregó que el stock de medicamentos antivirales puede llegar a entrar en crisis a nivel mundial.

Lo fluctuante de la situación quedó claro en un relevamiento que DIARIO DE CUYO realizó entre 7 centros de salud públicos ayer por la mañana, y que incluyó los dos hospitales más grandes de la provincia. Consultados los directivos y enfermeros jefes de esos establecimientos, dijeron que al menos ayer sí había camas disponibles para internar a personas que presentaran síntomas de gripe. Tanto, que estaban en disponibilidad, en promedio, 2 de cada 3 camas.