‘Atención. Veneno en el barrio’, dicen los folletos que los vecinos diseñaron y repartieron casa por casa. Esto ocurrió en el barrio Arturo Illia, en Rivadavia, después de que en el transcurso de una semana, 7 perros y 4 gatos murieran envenenados. Los vecinos creen que se puede tratar de una nueva modalidad para entrar a robar.

Los vecinos del barrio encendieron la señal de alarma cuando hace un par de días Jorge Pavet, uno de los habitantes de la zona dijo que su perro había muerto y que tuvo los mismos síntomas que el resto de las mascotas que murieron en la última semana. El vecindario presume que la matanza puede estar vinculada a la delincuencia porque a 2 días de que el perro de la familia Pavet muriera, sufrieron un intento de robo en su casa. Aunque este fue el único caso.

Todos los animales envenenados tenían dueño. Algunos fueron envenenados dentro de sus propias casas y otros murieron cerca de la plaza del barrio.

Otra vecina dijo que, tras el hallazgo de los animales muertos, llamó a la Policía Ecológica para hacer la denuncia pero le dijeron que no era de su competencia. Mientras que desde la Comisaría 13ra dijeron que deben hacer la denuncia en esa seccional. Para esto tienen que llevar un informe del veterinario que argumente la muerte por envenenamiento. Los vecinos dijeron que no tienen idea quién podría querer matar a los animales, que en general eran tranquilos.

Fue el veterinario Mauricio Pérez Casas, también vecino del barrio, quien atendió a algunas de estas mascotas y dijo que ‘al parecer usaron organofosforados mezclado con alimentos, que es el mismo químico de los insecticidas’. Explicó que este veneno afecta el sistema motor de los animales y que los síntomas son: contracciones musculares, vómito, diarrea y afecciones respiratorias.

Algunos de los animales del barrio se salvaron, a pesar de haber ingerido veneno. Fue el caso de Pandi, uno de los perros que pudo recuperarse porque fue asistido inmediatamente por el veterinario.