Hace 12 días, el Gobierno de San Juan anunció las medidas que servirían para prevenir el contagio de la gripe A. Y aconsejó que los niños y jóvenes permanecieran en sus casas y evitaran estar en lugares en los que haya aglomeración. Hace dos fines de semana la medida se cumplió. Pero, con el paso de los días, los chicos comenzaron a sentir el aburrimiento y decidieron salir nuevamente. Así, el fin de semana que pasó, los sitios de esparcimiento volvieron a poblarse.
"Estamos aburridos, no tenemos qué hacer. No tenemos que ir a la escuela, cerraron los boliches y hasta suspendieron las prácticas de los deportes que hacemos", contó Daniela, de 17 años, mientras permanecía tirada al Sol junto a tres amigos el sábado por la mañana en el Parque de Mayo. A su alrededor, otros jóvenes hacían ejercicio sobre el pasto. Como en el parque, en la plaza 25 de Mayo también había niños jugando y corriendo y jóvenes sentados en grupo.
Pero los más llamativo fue ver el contraste entre ambos fines de semana en relación a la cantidad de personas que llegaron a los cyber y al patio de juegos del Hiper Libertad. El sábado pasado, en el Hiper estaban todos los autitos chocadores funcionando otra vez. Y el pelotero volvió a llenarse de niños. Maira Gómez es una de las mamás que esperaba a su nene (de 3 años) y a dos de sus sobrinos que saltaban entre las pelotas de plástico. "Hace dos semanas que no saco a mi nene de mi casa. Y él está acostumbrado a que lo traigamos acá a jugar. Hoy lloraba porque quería venir así que me animé a sacarlo", contó la mujer con las zapatillas de su nene en las manos.
Por su parte, la encargada del lugar, Cintia Miranda, comentó que "el fin de semana anterior vino muy poca gente, en cambio ahora está como un fin de semana normal. Parece que la gente tenía miedo pero ya se le está pasando".
Vanesa Avila fue otra de las mamás que se animó a sacar a su nena de 1 año. Pero ella eligió salir a pasear a la peatonal. "La tenía encerrada en mi casa, pero hoy decidí sacarla. De todos modos, no entro con ella a los negocios y he estado todo el tiempo con el alcohol en gel en las manos", contó la mujer.
Así, los espacios de reunión y esparcimiento volvieron a tomar vida. Mientras, los adolescentes planeaban en qué casa se reunirían en la noche para no sentir tanto la falta de los boliches.