Leticia Fernandes nunca imaginó que un simple deseo no sólo se transformaría en realidad, sino que además movilizaría a todo el pueblo de Villa Calingasta. Se propuso recuperar un oratorio en la cima del cerro El Calvario, donde antiguamente se realizaba el Vía Crucis y que tenía como símbolo una cruz gigante de madera que no sobrevivió al paso de los años y al clima. Con el esfuerzo de todos los vecinos lograron colocar una nueva tras horas de un trabajo muy sacrificado. Con los materiales cargados en las espaldas o en carretillas escalaron el cerro para poder concretar la obra.

El 13 de mayo pasado, apenas comenzó a anochecer, los vecinos de Villa Calingasta no pudieron contener la emoción.

La nueva cruz en la cima del cerro se iluminó rememorando aquellas épocas en que todo el pueblo se congregaba a su alrededor para celebrar el Vía Crucis cada Semana Santa. "Me daba mucha pena ver el lugar. Junto a Sergio Castañeda y Jésica Contreras decidimos trabajar para recuperarlo. Lo primero que conseguimos fue la mano de obra, tras hablar con el intendente Jorge Castañeda. Luego, hubo pequeños y grandes aportes de todos los vecinos, y sin eso jamás hubiéramos logrado nuestro objetivo", sostuvo Leticia.

La mujer contó que los vecinos colaboraron con material, mano de obra y sacrificio. Dijo que un herrero se encargó de construir una cruz en chapa galvanizada, resistente a los golpes y a las inclemencias del tiempo. Mientras que un electricista se encargó de revestir su contorno con luces led. Mientras que otros hombres y mujeres del pueblo aportaron su "lomo y pulmones" para concretar la obra. Como el cerro no tiene un camino, tuvieron que escalarlo llevando los materiales de construcción (cemento, ripio, agua, etc.) cargados en las espaldas o en carretillas. "Realmente fue un gran sacrificio en el que participamos todos. Por eso nos emocionamos tanto cuando se encendieron las luces de la nueva cruz. Y eso nos renovó las energías para seguir trabajando y convertir este oratorio en la cima del cerro El Calvario en un atractivo turístico más en el departamento. Ya estamos trabajando en eso", sostuvo Fernandes.

La vecina dijo que se apuntaló la antigua cruz de madera para que no se caiga hasta tanto la puedan restaurar. Y que ahora, con pico y pala, están abriendo un sendero con descansos y escalones para poder llegar a la cima del cerro sin tanta dificultad. Y que en un futuro construirán las estaciones del Vía Crucis y bancos para que la gente pueda descansar.

Acarreo

Los vecinos se encargaron de subir a la cima del cerro los materiales para construir la base. Los cargaron en las espaldas o en carretillas que tuvieron que tirar entre dos para poder llegar a destino.

A cuestas

Luego de subir los materiales, los voluntarios se encargaron de subir la cruz de chapa galvanizada hasta la cima del cerro. Lo hicieron en postas y con relevo para evitar que alguien se lesionara.

La base

Los vecinos con conocimiento en albañilería comenzaron con la construcción de la base. Utilizaron ripio y hormigón para lograr una estructura firme que contenga la cruz con firmeza y resistencia.

Instalación

Una vez concluida la base y con el cemento fraguado, se comenzó a instalar la cruz. Pese a ser una estructura liviana, se necesitó varias manos para colocarla en la posición correcta.

Armado

Luego de que la cruz quedó instalada y asegurada en la base, se comenzó con la instalación de las luces led en todo su contorno. Fueron revestidas con una manguera transparente para protección.

Iluminación

Luego de instalarle las luces a la cruz, las mismas fueron conectadas a la línea del alumbrado público. Apenas comenzó a anochecer, las luces se encendieron y el cerro volvió a iluminarse.