Hasta con decoración. Los vecinos del predio Costanera abrieron patios de comidas en sus casas. Algunos hasta los decoraron y musicalizaron los espacios desde el estéreo del auto, con la puerta abierta.

La Fiesta Nacional del Sol le dio vida a un rincón chimbero donde antes no pasaba mucho. Los vecinos estaban acostumbrados a cerrar sus puertas antes de las 22, por una cuestión se seguridad. Desde el martes esa rutina se vio interrumpida. A tal punto, que los vecinos abrieron sus casas; y con ingenio y mucho rebusque les dieron vida a las calles y le encontraron la vuelta para sacar un rédito de este festejo. Muchas personas convirtieron los jardines de sus casas en estacionamientos y hasta hicieron pequeños patios de comidas en las veredas.

Con chapas, pizarrones viejos y hasta cartones la gente puso carteles en la puerta de las viviendas para ofrecer sus servicios. Ramón Mendoza puso un carrito de panchos, en la orilla de la calle Salta. La familia González abrió el fondo de su casita para guardar vehículos. Sus vecinos, que tienen un patio pequeño, también se las ingeniaron: habilitaron el frente de la casa y una galería para cuidar motos.

Además de los estacionamientos, muchos vendieron comidas. Sánguches de miga, empanadas, y hasta bebidas frescas fueron algunos de los menús que ofrecieron en la calle. El ingenio llegó a tal punto que algunos pusieron baños químicos en las veredas para ofrecer un buen servicio. Elio Campos y Tania Olivares abrieron un puesto de comida en su casa. Hasta sacaron el juego de comedor, en el que almuerzan todos los días en familia. Sin tener los manteles del mismo color, o las mesas del mismo tamaño, como ocurre en los restaurantes, se las rebuscaron para que el lugar quedara cómodo. Y hasta estacionaron el auto en un rincón del patio y usaron el estéreo del vehículo para que la gente escuchara música mientras comía.


Hasta juguetes

  • En las afueras del predio Costanera hubo decenas de puestos de venta de bebidas y comidas. A tal punto que las veredas parecieron una feria. Además, hubo otros vendedores que apostaron a otros productos: vendieron juguetes, ropa y hasta golosinas. Hubo artículos muy accesibles y para todos los gustos.

 

  • Un rawsino se ganó la moto

En el stand de DIARIO DE CUYO, ayer finalmente se realizó el sorteo de la moto 0 km que hicieron este diario y Moto Lucero. El ganador fue Ezequiel Ottolia, DNI 39.652.355, quien vive en Rawson.

 

  • Huazihul promocionó, jugó y premió

Huazihul estuvo promocionando el hockey sobre césped y el rugby. Los chicos podían jugar en minicanchas y de esa forma participaban de los sorteos. ¿Los premios? Camisetas y palos de hockey.

 

  • Por hora, 10 personas se hicieron donantes

El stand del Incucai estuvo incentivando (con charlas y folletería) sobre la donación de órganos y tuvo una satisfactoria respuesta de la gente: por cada hora se inscribieron 10 personas en promedio.