Mucha confusión porque la gente no sabía si le correspondía cobrar o no, colas interminables que se fueron prolongando durante toda la mañana y una larga espera sin siquiera baños a la mano fue la triste postal en el primer día de apertura de los bancos para el pago de jubilaciones y planes sociales en medio del temor por la pandemia. Tal fue el tumulto que el secretario de Seguridad, Carlos Munisaga, estimó que entre los beneficiarios y los familiares que los acompañaron se trasladaron unas 50.000 personas, una cifra importante cuando la recomendación por estos días es evitar las movilizaciones y aglomeraciones de gente para que no haga contagio del Covid-19.

Lo peor fue que la mayor parte de quienes concurrieron a los bancos fue gente mayor de 60 años, que están dentro del grupo de riesgo de la enfermedad.

El operativo ya había arrancado complicado desde el día anterior porque, después de casi dos semanas sin bancos, desde la noche del jueves hubo intentos por ganar los primeros lugares en las proximidades de los cuatro bancos en los que se abonaron las ayudas, el San Juan, Nación, Santander y el Columbia. Pero la Policía tuvo que actuar para evitar esas maniobras, según reconoció el jefe de la fuerza, Luis Martínez. El personal policial no permitió que hubiera lugares reservados y obstruyó cualquier intento.

No obstante, desde las 6 en la mayoría de los casos ya había comenzado el movimiento de personas para ganar los primeros lugares. Al punto que incluso hubo refuerzo en las líneas de colectivos, según reconocieron en Tránsito y Transporte.

El problema fue en las puertas de los bancos, como en los casos del Nación, en Rioja y Rivadavia, y en el Columbia, que está casi enfrente, sobre Rivadavia. Las colas, llegaban hasta avenida Rawson y daban las vuelta hacia los bancos. El problema era que en las puertas, dejando de lado las recomendaciones de mantener un metro de distancia, había aglomeraciones de personas. Y otra vez el personal policial tuvo que intervenir para separar por un lado los jubilados y por otro los beneficiarios de planes sociales.

El mismo panorama ocurría en la delegación del Banco San Juan de calle Las Heras, donde también había largas filas y mucha confusión porque la gente no sabía si le correspondía cobrar o no.

A las 11 de la mañana, la ministra de Salud, Alejandra Venerando, dispuso que se instalaran baños químicos para que los pudieran usar quienes hacían las colas, al igual que la distribución de agua. Si bien no fue una mañana particularmente calurosa, la larga espera hizo que por ejemplo el agua fuera necesaria.

Para hoy los bancos volverán a abrir en horario de 8 a 13 y será para los beneficiarios con DNI terminados en 0 y 1. Mañana, en el mismo horario, para los terminados en 2 y 3, según la información oficial. El resto se deben manejar con la red de cajeros automáticos disponible. En el caso del Banco San Juan, no abrirán las sucursales de Tribunales, Híper Libertad, Libertador y Mendoza, Centro Cívico y la Casa Matriz ubicada en Central y Entre Ríos.

Mientras tanto, a nivel nacional había fuertes cruces por las responsabilidades de cada uno en lo sucedido entre el titular del Banco Central, Miguel Pesce, el secretario general del gremio de La Bancaria, Sergio Palazzo y el jefe de la Anses, Alejandro Vanoli.

Los protagonistas

ALFREDO ORTIZ

"Soy jubilado metalúrgico y vengo de Rawson a cobrar. Mi hijo vino a hacer cola a las 2 de la mañana y lo corrieron. Yo me tuve que venir a las 6 para ser de los primeros".

MÓNICA GONZÁLEZ

"Soy la apoderada de mi papá, que se llama Guillermo, y que no puede cobrar por sus propios medios. Me traje un banquito para la espera y hasta acá la gente está ordenada".

JUAN ANDRÉS LÓPEZ

"Tengo 83 años, soy jubilado del Correo Argentino y vivo en Concepción. Vine con mi nieto Arnaldo a cobrar mi jubilación porque sólo no lo puedo hacer".