La muerte de la bebé albardonera Priscila Schiany Fragapane tuvo una gran repercusión en las redes sociales, que se llenaron de mensajes de dolor y de apoyo para su familia.

Justamente una de las que escribió un mensaje fue Anabella Fragapane, madre de la criatura. La mujer publicó un sentido texto en su cuenta de Facebook. "Hoy el cielo recibe al ángel más bello que puede existir", arrancó.

"Dios mío si hubiera sabido q sería la última vez q te veía te hubiese dado un beso y un abrazo tan fuerte!" (sic), escribió en otra parte de la desgarradora publicación, que acompañó con una foto de Priscila.

 EL MENSAJE COMPLETO 

 EL CASO 

Priscila Schiany Fragapane (1 año y 6 meses) había quedado al borde de la muerte alrededor de las 14 del domingo 16 de agosto pasado, a causa de un accidente en el frente de su casa en el 299 de la calle San Lorenzo, en la Villa Alcira, Albardón, en el que estuvo involucrado Sergio Schiany (36), el padre. En un principio se dijo que el hombre la había atropellado sin querer con la camioneta de su trabajo, pero luego él mismo lo desmintió. "Yo no atropellé a mi hija. Ella se apoyó en el portón de atrás de la camioneta y cuando salí ella cayó de espalda al piso y se golpeó la cabecita", había explicado.

La versión que habían dado los familiares indicaba que durante la semana había sido el cumpleaños de Anabella Fragapane, madre de Priscila, y que ese domingo se juntaban a festejar.

La desgracia ocurrió cuando Sergio fue a la casa a dejar la torta. El hombre trabaja en una carnicería y había ido en una camioneta Fiat Qubo de la firma a hacer eso y luego se iba a dejar el vehículo a la casa de su patrón. "Le pasó la torta por la ventanilla a Anabella. Parece que la bebé salió detrás de ella y ninguno de los dos la vio", había relatado a este diario Silvia Díaz, abuela de la pequeña y suegra de Sergio.

Una vez que el hombre puso primera, a los metros lo detuvieron los gritos de su mujer. Priscila estaba tendida en la calle y perdía sangre por la cabeza. El día del hecho y en los posteriores, entre los vecinos circularon muchas versiones. Nadie se explicaba cómo la criatura había terminado tan grave.

El padre luego brindó su versión: "Yo no atropellé a mi hija. Ella se apoyó en el portón de atrás de la camioneta y cuando salí ella cayó de espalda al piso y se golpeó la cabecita".

Lo concreto es que Sergio de inmediato se bajó y, en medio de la desesperación, cargó a Priscila en la misma Qubo y partió con una vecina al hospital departamental, desde donde la derivaron en ambulancia al Rawson.

El parte médico cuando ingresó Priscila indicó que presentaba traumatismo encéfalo craneano grave, con herida cortante en el cuero cabelludo, y politraumatismo. A las horas fue operada de la cabeza.

Ayer, 17 días después, falleció.