Un proyecto municipal de Capital contempla unos 2 kilómetros para abrir una nueva calle. De ellos, 100 metros están en cuestionamiento. Se trata del terreno que está entre Avenida Libertador y Laprida, a unos 20 metros al Oeste de Pueyrredón. Allí, los vecinos, que aseguraron que no se oponen al proyecto total, solicitaron que ese sector no se convierta en calle sino en un espacio verde o de recreación para la comunidad. Plantearon el tema ayer en la Banca del Vecino del Concejo Deliberante y, más tarde, el intendente Marcelo Lima dijo que analizará la viabilidad de la propuesta y no descartó incluirla en el proyecto.

El plan de obra presentado por el municipio tiene un objetivo: aprovechar los terrenos ocupados por las vías del ferrocarril para brindar mayor fluidez a la circulación de vehículos. Es parte de una tarea que viene realizando desde hace varios meses para abrir nuevas calles. Y fue con ese fin que se presentó este proyecto.

Para fundamentar su negativa, los vecinos argumentan que una cuadra más de calle en ese sector, en lugar de ser una ventaja, significaría una complicación en el tránsito, ya que está a escasos metros de dos arterias muy transitadas, por lo que habría que poner otros semáforos para controlar la circulación. También sostuvieron que sólo serviría para que los camiones de carga estacionen allí y hacer aún más peligroso el tránsito y que el gasto sería más elevado que el que se haría para parquizar el lugar.

Una maqueta hecha por los hijos de los vecinos y unas cuantas palabras fue lo que los representó ayer en la Banca del Vecino frente a los concejales en sesión. La propuesta de ellos es cumplir con una idea que tienen desde hace más de diez años, cuando fueron construidos los edificios del Consorcio Libertador, que está al costado Oeste del terreno de las vías. Esta tiene que ver con la creación de un espacio verde para que los chicos de las 100 familias que viven en esos departamentos tengan un lugar para jugar y, de ser viable, construir una especie de salón de usos múltiples a cargo del municipio. "Siempre quisimos parquizar, poner árboles, bancos y hacer una especie de paseo para que pueda disfrutar la gente", dijo María Cristina Gómez, una de las propietarias que vive en el consorcio.