El arquero de Tigre, Javier García, y el volante del Matador, Martín Galmarini, resultaron los focos de insulto de la mayoría de los hinchas verdinegros. No tanto por el hecho de ser rivales del club de sus amores, sino por sus pasados. El uno en Boca y el ocho en River. Los reclamos llegaron en más de una ocasión con algún “recuerdo” para ellos del pobre paso por dichos equipos de Capital Federal. Igualmente, ninguno de los dos respondió y fueron de los pocos que se pararon para hablar con la prensa tras el 1-2.
