Muchas lágrimas, miles de anécdotas y un pueblo conmovido, salió ayer por la tarde a despedir los restos de Doña Felipa, la curandera iglesiana que hizo historia, más conocida como "la médica de la alfalfa". El sepelio fue en la tierra que la vio nacer y crecer: Tudcum. Fue el último adiós a la mujer que estuvo internada desde el 14 de febrero de este año, hasta el 8 de marzo en la ciudad de San Juan, que fue cuando falleció.

En el acompañamiento fúnebre no faltó nadie. Hubo gente que llegó de distintos puntos del departamento. Es que la mujer fue una leyenda para el lugar. Murió a los 104 años, después de haber ingresado al hospital, tres veces en el último año, por padecer problemas respiratorios. El sepelio fue pasadas las 16. El cuerpo de Doña Felipa llegó a su tierra natal el lunes por la noche, luego de haber permanecido internada en la sección de Neumotisiología del Hospital Marcial Quiroga. El velatorio fue en su casa de Tudcum. Estuvo lleno de gente que se arrimó para ver a Doña Felipa por última vez. La mujer se hizo conocida por su condición de sanadora y se la conoció como la "médica de la alfalfa", porque el lugar donde vivía se caracterizaba por las plantaciones de ese pasto. Su don estaba en "leer la orina", para luego ver qué mal se padecía. Es por eso que la gente tenía que llevar la primera orina de la mañana. Ninguno de sus hijos heredó su don.