Fue el autor del proyecto que impuso la Cámara Gesell como método de entrevista a las niñas y niños víctimas de delitos contra la integridad sexual y que se convirtió en un especialista en este tema. Carlos Alberto Rozanski, juez que preside el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nro. 1 de La Plata, visitó por primera vez San Juan para participar en la jornada de Abordaje Interdisciplinario del Abuso Sexual Infantil, organizado por la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Cuyo y la Corte de Justicia. En una entrevista con DIARIO DE CUYO el magistrado se refirió a la importancia de incorporar el tema del abuso sexual infantil como materia en las carreras universitarias de grado. 

 -¿Qué fallas tiene el abordaje y tratamiento de los casos de abuso sexual infantil?  


-La falla más importante tiene que ver con que muchos de los profesionales de las distintas disciplinas que intervienen en un caso de este tipo, como psicólogos, sociólogos, asistentes sociales, abogados y jueces, no están capacitados para abordar esta problemática, respetando el principio básico de protección integral del niño. Una criatura que ha sido abusada por años tiene un daño psíquico tal que no se lo puede abordar como cualquier otro caso. 


 
 -¿Y cómo se puede reparar esta falla?  


-Creo que el tema del abuso sexual infantil debe estar en la currícula escolar, especialmente en las carreras de grado que intervienen en esta problemática, cosa que no sucede en ninguna universidad del país. De esta manera los alumnos se van a empapar en el modo de intervención de estos casos. Es un desafío enorme para los profesionales, pero es absolutamente posible. Hay que tener la vocación, conocimiento y, sobre todo, la sensibilidad que genere empatía con la víctima y la posibilidad de ponerse en su lugar.  


 
 -¿Hay más casos de abuso sexual infantil en el país o hay más denuncias?  


-No hay más casos, hay más denuncias, pero porque hay más garantías de justicia. Los niños y niñas han sido abusados a lo largo de la historia, la única diferencia es que en los últimos 20 años se avanzó mucho en la investigación sobre el tema y sobre todo se comenzó a creerles a los niños. Antes con sólo decir que los niños mentían sobre un abuso, se resolvía el caso y la criatura seguía siendo abusada. Ahora, no sólo se les cree, sino también que se los escucha sin someterlos a un interrogatorio que los lastima más de lo que ya los lastimaron. Es el beneficio que brinda la Cámara Gesell. 


  
 -¿Qué lo llevó a presentar el proyecto que impulsó su creación?  


-Fue un caso de una nena, de 9 años, con retraso mental a la que le habían introducido un palo en la vagina. El juez que estaba a mi lado durante el juicio le pidió que contara lo que le había pasado. La niña no sólo no pudo hablar, sino que volvió a revivir el horror. Eso me llevó a que se modificara la ley para prohibir que los niños declaren ante un tribunal, un abogado o la Policía. Actualmente a los niños no se los interroga, se los entrevista.

Jornadas sobre la infancia 
 
La Facultad de Filosofía, de la Universidad Católica de Cuyo, el Ministerio de Gobierno, la Corte de Justicia y la Escuela de Capacitación del Poder Judicial, organizaron las Jornadas Interdisciplinarias sobre "La Infancia: diversas miradas". La primera jornada se realizó el viernes y sábado pasados y fue sobre el "Abordaje Interdisciplinario del Abuso Sexual Infantil".