Si bien la función principal de un placard es la de guardar pertenencias íntimas y personales, es también un elemento decorativo, moderno y estructurado. El orden, la capacidad y planificación son las claves para poner en su lugar zapatos, prendas de vestir y complementos. Un análisis exhaustivo de las necesidades personales facilita el almacenaje y mejora la distribución del guardarropa. Lo más importante es que se integre con el resto de la decoración, tenga suficiente espacio alrededor para acceder con comodidad y posea sesenta centímetros de fondo. Los placards tienen como sitio de pertenencia al dormitorio, pero actualmente también se instalan en cualquier otro lugar de la casa como pasillos o espacios desaprovechados. Para eso la oferta del mercado también es amplia y se adaptan a cualquier superficie.
