Su grito de guerra se repitió tanto como su canción, a coro con más de 1.000 personas, casi todos niños. ‘Levantá, levantá hasta que explote’, le pedía al del sonido para que aumentara el volumen de la canción de Cantando por un sueño, mientras que cerraba cada frase con un ‘Daleeee’, a pedido del público. El animador Mariano Iúdica llegó ayer para apadrinar a una fundación y fue el protagonista exclusivo de una estudiantina para escuelas primarias que la entidad realizó en Santa Lucía, revolucionando la tarde.

Iúdica se convirtió en el padrino de la Fundación Recreo, que nació este año como un respaldo a una revista que lleva ese nombre y que se distribuye en escuelas. ‘Jamás pensé que mi sola presencia podía servir para ayudar. Cuando me pidieron ser padrino de esta fundación no lo dudé. Soy un bendecido por Dios de tener esta posibilidad’, dijo Iúdica, quien adelantó que trabajará para construir una cancha y más adelante un polideportivo en la escuela Saturnino Laspiur, de Villa Corral, Calingasta, que se encuentra entre los establecimientos que recibe ayuda de la Fundación Recreo. Igual ayer mismo, a través de un colaborador, consiguió que le donaran unos muebles.

Al animador le costó movilizarse entre tanto cariño y pedidos de fotos de los chicos; y el hombre no se negó a ninguno. También se cruzó con Juan Cruz Rufino (quien cantó en la estudiantina) y ambos se fundieron en un gran abrazo, antes de que Iúdica oficializara el padrinazgo con una firma.

El festejo incluyó a 18 escuelas de Santa Lucía y la Laspiur de Calingasta, que llegó como invitada especial. En una calle junto a la plaza departamental montaron el escenario en el que fueron pasando distintos artistas y en el que las candidatas a reina infantil desfilaron con el ‘Michael Jackson’ sanjuanino.

Los alumnos se enfocaron en los juegos infantiles de la plaza, en un gran derroche de energía, mientras que las madres aprovecharon para tomar mate sentadas en el césped. La estudiantina, en tanto, también tuvo un costado solidario, pues los chicos que participaron llevaron alimentos, ropa y útiles que fueron entregados a sus pares calingastinos.