Saltando, bailando y gritando, los fanáticos de La Mancha de Rolando se mantuvieron incondicionales desde temprano en el Camping Centro Empleados de Comercio. Ni el viento ni el frío pudieron dar marcha atrás con el recital de la banda de Avellaneda. Es más, el mal tiempo fue como una inyección de adrenalina tanto para los que estuvieron frente y arriba del escenario. Pese a que el espectáculo del quinteto porteño estaba programado para las 4 de la tarde, los primeros acordes de Vagabundear -track que compone “Espíritu”, el último trabajo de la banda- comenzaron a sonar media hora después de las 20. De todas maneras, las ráfagas obligaron a los pibes a seguir haciendo el aguante a los pelilargos del rock. Así, mientras los técnicos ajustaban los detalles de los equipos de sonidos y aseguraban el escenario, el pogo se movía al ritmo del rock nacional que sonó como parte de la previa. Con banderas y remeras con el nombre del grupo liderado por Manuel “Negro” Quieto, la primavera llegó como si nada hubiera pasado.
