Entre el 25 y el 31 de diciembre pasado y los fines de semana siguientes a cada uno de estos días festivos, la Policía de San Juan realizó operativos en los boliches y lo que sorprendió fue el número de fajas de clausura usadas. En las fiestas de 2008 sólo cerraron 6 establecimientos bailables y en las fechas recientes fueron 18 los lugares fajados. La mayoría fue porque vendían alcohol pasadas las 3.30 de la mañana, horario límite para esto. Otros no respetaron el horario de cierre de las 6 de la mañana.
"Pensábamos que con los operativos del 25, el 31 no iban a haber tantas infracciones en los boliches, pero los bolicheros no hicieron caso", comentó Miguel González, jefe de la Policía de San Juan. Del 25 al 27 con el operativo Boliches clausuraron 6 y del 31 hasta el domingo pasado se sumaron otros 12 a la lista.
En 2008 los boliches cerrados en las 2 fechas y sus fines de semana siguientes fueron 6 en total y años anteriores no pasaron de esa cifra, comentaron desde la Fuerza. La clave del enorme crecimiento de clausuras no pasa por la mayor cantidad de efectivos controlando respecto. Si bien en 2009 hubo 230 uniformados custodiando los boliches mientras que en 2008 hubo unos 30 menos la cuestión no pasó tanto por el control. La cantidad de clausuras se triplicó y sólo se sumó el 15% de policías. El jefe de Policía advirtió que la mayor cantidad de cierres se debió más a el error de los bolicheros que a otros asuntos. "Los que organizaron las fiestas se tiraron a la aventura y por eso fueron clausurados", señaló González.
Por otra parte, de los 18 cierres, 4 fueron en lugares que hacían fiestas privadas con cobro de entrada. "Esos sitios no tenían ni habilitaciones de bomberos ni ningún permiso, por supuesto", dijo el jefe de la Fuerza. Además, no tenían estacionamientos iluminados y estaban rodeados de callejones peligrosos explicaron los uniformados. "Y como esos lugares eran desconocidos, abrieron sólo para el 25 o el 31, no pasaban los remises por ahí creando aún mayor peligro porque muchas chicas tenían que caminar solas por los callejones hasta llegar a una calle más transitada", explicó González.
Sumado a los peligros de los lugar estaba el del estado de los jóvenes. "El 31 vimos a muchas chicas que caminaban tomando vino desde el pico de la botella o se tambaleaban para todos lados", sumo el jefe.
Los 18 boliches cerrados, incluidas las fiestas privadas, son de Capital, Pocito, Santa Lucía, Albardón, Ullum y Rawson. Y en ningún local la policía recibió agresiones en las clausuras. "Los dueños y algunas personas que habían asistido a las fiestas reclamaban sin conocer la ley, pero no hubo incidentes mayores", concluyó González.