Los visitantes igual se sacaron fotos, no sin antes lamentar los daños. En la madrugada de ayer, a la escultura hiperrealista de Domingo Faustino Sarmiento que está frente a la Casa Natal, le arrancaron el libro que tenía en sus manos y le amputaron parte de un dedo, en el segundo acto vandálico que sufrió la figura, a menos de tres meses de inaugurada.
Según Mónica Arturo, directora de la Casa de Sarmiento, el ataque se produjo entre las 5 y las 6 de la mañana de ayer. Y al arrancar el libro, rompieron parte de un dedo de la mano derecha de la escultura. El libro fue encontrado luego por un transeúnte en Libertador y Mendoza y esa persona lo acercó a la Seccional 1ra. ‘La Policía Federal, encargada de custodiar el museo, después lo fue a buscar. Cuando lo tuve en mis manos, descubrí que era un libro de verdad y no una réplica’, dijo Arturo.
La funcionaria ayer realizó la denuncia policial en la Comisaría 1ra, que investiga el caso. Fuentes policiales dijeron que analizarán las filmaciones de las cámaras de seguridad, tanto las de la Casa de Sarmiento como de un aparato colocado en las inmediaciones del museo.
EL ANTERIOR
La escultura fue inaugurada el 15 de febrero, para conmemorar los 202 años del natalicio del prócer, y fue gestada por una iniciativa del Ministerio de Turismo. Pero en tan corto lapso, ya sufrió dos ataques, el primero no trascendió públicamente y sucedió hace más de un mes, cuando descubrieron que alguien había defecado sobre el libro.
‘Tuvimos que lavar toda la escultura y tanto a ese como al acto de ahora no les encuentro explicación. Las personas que tienen gusto por hacer daño tienen problemas mentales y para mi son delincuentes. ¿Qué ganan con esto, son más vivos, son más inteligentes? Insto a los amigos de estos delincuentes y a sus padres a que los denuncien’, dijo molesto Dante Elizondo. El ministro anunció que más allá de la custodia a cargo de la Policía Federal, a partir de ahora pagarán adicional a un policía para que custodie la escultura.
Por su parte, para la reparación, analizan dos opciones: convocar al personal que trabaja en las corporizaciones de los Titanes de Ischiguasto para saber si lo puede arreglar o hacer viajar al artista bonaerense que la hizo, Fernando Pugliese.

