"La desesperación te invade y no hay ayudas concretas para los comerciantes chicos", expresó Marcela Alaniz, quien es propietaria de Calzados Alaniz, ubicado en calle General Acha y San Luis, en Capital. El local comercial lleva 45 años de existencia y en una noche de angustia, Marcela decidió desalojar el depósito y cerrar la firma definitivamente porque no podía pagar el alquiler. Afortunadamente, el dueño del lugar le propuso pagar la mitad del alquiler de abril (mes que no abrió por la pandemia) y poder continuar con su fuente laboral.

Pero los problemas de los comerciantes no finalizan allí, según lo que indicó Alaniz. "Hace 40 días que el local no factura y no tenemos ahorros porque cuando comenzó la cuarentena muchos habíamos invertidos en mercadería de la nueva temporada", resaltó.

Marcela explicó que entienden que deben hacerse responsable de servicios, impuestos y alquileres pero si no hay ingreso monetario, no tienen "de dónde sacar para pagar". "Me dieron una buena noticia con el alquiler, aunque los comerciantes tenemos más problemas como por ejemplo el acceso a los créditos", aseveró.

En este sentido, detalló que no hay una ayuda certera para el sector y que los préstamos que ofrecen los bancos, muchos no pueden alcanzarlo. "Es difícil. Cumplir con cierta categoría tributaria, estar bancarizados con ellos y mil requisitos más", advirtió y agregó que sienten que están solos.

También destacó que "se vende poco y nada" por las redes sociales, ya que el sanjuanino en su mayoría quiere medirse la mercadería y no tener que cambiar el producto.

Su pensamiento gira únicamente en cómo resucitar la firma que con tanto sacrificio construyó su padre. "Mis lágrimas brotan cuando pienso en lo que tengo que pagar y no sé cómo voy a hacerlo ahora que empieza otro mes", resaltó y dijo que apuesta a reinventarse todo el tiempo.

Finalmente, destacó que el sector ha elaborado un protocolo para poder atender con todas las medidas de seguridad e higiene necesarias. "Anhelamos que se termine este calvario", sentenció.