Hace 5 días, la muerte de 5 bebés por rotavirus (un virus que produce gastroenteritis) en Buenos Aires encendió la alarma en el país. Ante esto, el Ministerio de Salud Pública de la provincia dio recomendaciones para evitar el contagio. A la vez, se dio a conocer que hay 4 niños con el virus (2 en el Cimyn y 2 en el Hospital Rawson), pero que no están graves. Desde Salud dijeron que estos casos no representan una cifra alarmante.
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El rotavirus afecta al intestino delgado y causa gastroenteritis. Por esto produce diarrea severa en niños, especialmente menores de 5 años. En los casos más graves, la deshidratación generada por el virus puede llegar a causar otras complicaciones o ser mortal.
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Otros síntomas son los vómitos repentinos, la fiebre y el dolor abdominal. Mientras que algunas de las complicaciones que puede acarrear la deshidratación son insuficiencias renales y accidentes cerebrovasculares, entre otros. Todo depende del nivel de deshidratación.
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La principal vía de contagio es la fecal-oral. Esto ocurre cuando una persona sana toca partículas de materia fecal de una persona infectada, y sin darse cuenta las introduce en su boca. O cuando entra en contacto con un elemento en el que perdura el virus (un pañal, un juguete y ropa de cama, entre otros).
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Afecta especialmente a niños de entre los 6 meses y 5 años de vida. Y si bien puede contagiarse a algún adulto, es mucho más leve. Por eso se recomienda vacunar a los niños menores de 1 año. A partir de 2015, la vacuna ingresará al calendario obligatorio y gratuito.
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En la actualidad existen dos vacunas para la prevención. En los casos en que se recomiende su aplicación, el esquema de vacunación consiste en la administración de 2 ó 3 dosis según la marca comercial a partir de los 2 meses de vida. Cuestan más de 650 pesos cada una.
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Ante la presencia de estos síntomas, consultar inmediatamente al médico. En la provincia se puede consultar en los hospitales públicos o clínicas privadas. Todos están preparados para detectar eta enfermedad, a través de la materia fecal del paciente. Se recomienda no automedicar, ni dar de beber ningún té de yuyos.
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Otras recomendaciones para prevenir esta enfermedad son lavarse las manos con agua y jabón, antes de darles de comer a los niños, después de ir al baño o cambiar pañales. Además se recomienda dejar los pañales en bolsas cerradas, al aire libre. También ventilar y dejar que ingrese el sol a la casa.
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También se aconseja consumir agua segura. Si no, hervirla o potabilizarla con dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Además es importante mantener la lactancia materna durante el mayor tiempo posible.
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En casos de que los chicos ya presenten síntomas se recomienda aumentar la frecuencia de la lactancia. O brindar permanentemente agua a los niños más grandes, a fin de evitar la deshidratación, que es la principal causa de internación.
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Desde Salud dijeron que los papás que detecten que sus chicos tienen algunos de los síntomas, eviten enviar a sus hijos a guarderías o a los jardines maternales. Es que la enfermedad es muy contagiosa.