Basura tirada en las veredas, falta de iluminación y baños destrozados, son algunos de los problemas que a simple vista se pueden observar en el Parque de Mayo, cuyo mantenimiento depende de la Provincia. Este es el espacio verde más concurrido del Gran San Juan, sobre todo los fines de semana y en feriados.

Los baños forman parte del sector más abandonado. Es que no sólo están sucios sino que en algunos sanitarios hasta rompieron los artefactos o se los robaron. Además, en estos sitios, el mal olor es insoportable. Algo similar sucede con los puentes que, según los mismos visitantes del parque, suelen ser usados como sanitarios y basureros.

Las botellas, bolsas y cajas tiradas junto a los árboles o en las veredas, se convirtieron en otro grave problema. A esto se suma la basura que hay dentro del lago y de la fuente que se ubica frente al Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, y en casi todas las cunetas. El amontonamiento de hojas y residuos en las cunetas es otro de los ítems negativos que tiene el lugar. Esto hace que cada tanto el agua de las cunetas se rebalse e inunde las calles aledañas.

Sin embargo, de lo que más se queja la gente que concurre a este espacio verde es de la falta de iluminación. Es que hay sectores que en las noches se convierten en una boca de lobo, como por ejemplo el que está cerca del Monumento al Deporte. Esto hizo que muchas personas que lo usaban para hacer actividad física dejaran de hacer la vuelta completa al Parque por miedo a la inseguridad. Los bancos rotos son otra de las postales negativas que presenta el lugar.