En Ullum. Los restos encontrados el jueves pasado estaban en Playa Hermosa y fueron vistos por civiles que dieron aviso a la Policía. Del levantamiento participó la Dirección de Patrimonio, entre otros.

El jueves pasado Ullum, más precisamente Playa Hermosa, se convirtió en el escenario de una excavación arqueológica. Es que en el lugar habían encontrado restos óseos humanos que parecían de "vieja data". Posteriormente, desde la Dirección de Patrimonio informaron que se trataba de un esqueleto que pertenecía a un adulto que vivió cerca del año 1200. En este contexto, la arqueóloga Teresa Michieli, una de las más reconocidas especialistas en la provincia, comentó que si bien ella no está a cargo de la investigación de estos restos, el hallazgo podría ser crucial para conocer más detalles de la población originaria de San Juan en esta zona. A la vez, sacó a la luz cómo la población de esa época produjo un gran cambio en la historia de la provincia.

La especialista explicó que si bien hay mucha información sobre la población originaria local en lo que hoy es el Gran San Juan y sus alrededores, aún falta mucho por conocer. Y es en este sentido que el hallazgo de esta semana podría echar luz en distintas investigaciones. "En todos los sitios, los hallazgos relacionados a esta época son escasos y son siempre producto de situaciones casuales. Por ejemplo, por la construcción de barrios, líneas de alta tensión o cloacas, entre otras cosas. Es que al haber estado los valles del río San Juan más de un milenio con asentamiento humano y explotación agrícola a través de regadío, las evidencias arqueológicas fueron desapareciendo. El hallazgo de Ullum, que se dio por la sequía, es muy importante, porque va a dar más datos o confirmar los de otras investigaciones. Se trata de un nuevo sitio, de una zona donde era casi imposible encontrar más datos porque estaba el agua", dijo y explicó cómo era la población alrededor del año 1200 en San Juan.

Según lo que explicó Michieli, quien hace poco hizo una publicación científica llamada "Poblamiento de los valles del río San Juan a partir del 1200", alrededor de ese año se produjo un gran cambio en todas las poblaciones de lo que hoy es San Juan. Es que los distintos grupos, que hasta ese momento se concentraban mayormente en la zona de la precordillera y cordillera (Calingasta e Iglesia), comenzaron a movilizarse, expandirse y habitar nuevas tierras. "Los valles bajos, como los del río San Juan (lo que es hoy el Gran San Juan y los alrededores), el de Calingasta, Iglesia y Jáchal, son áridos. En estos valles cruza un gran río colector, pero son naturalmente secos. Eso, hasta que cerca del 1200 las poblaciones comenzaron, porque crecieron demográfica y culturalmente, a abrir canales de 14 a 20 kilómetros a partir de los ríos colectores, para habilitar grandes superficies de cultivos. Entonces, a partir de este año (es una fecha que puede variar) empiezan a aparecer estas infraestructuras de riego que amplían la zona de cultivo y favorece un aumento demográfico", explicó la especialista y dijo que en esa época se crearon los grandes oasis artificiales de la provincia como lo son el Valle de Tulum y Jáchal. "Estos oasis estuvieron poblados por los indígenas sanjuaninos, después por los incas y los españoles y siguen ocupados hasta hoy. Es por esto que se conservaran muy pocos sitios arqueológicos, a diferencia de otros valles de la provincia. Y durante mucho tiempo se supo bastante poco de la población", agregó y dijo que según distintas investigaciones y excavaciones que se hicieron en Angaco, San Martín, Médano de Oro, Ullum y Zonda, se puede saber algunas características de cómo era la vida en ese entonces.

ENTRE LA CÉRAMICA Y LOS ENTERRAMIENTOS MÚLTIPLES

"Muchos de los hallazgos encontrados en el valle del río San Juan tienen características comunes. Una de ellas es la cerámica encontrada junto a los restos óseos", explicó Michieli y dijo que se sabe que en 1200 los pobladores trabajaban una cerámica de mejor calidad que la que se había encontrado anteriormente. Se trata de una cerámica gris incisa, que no es parecida a la que se usaba en algunos ajuares funerarios. "Es de mayor calidad a la amarronada que parece ser la cerámica más doméstica y no se encuentra entera en las tumbas, como en otros valles. No parece ser ofrenda", agregó y dijo que quizás era utilizada para contener el agua o alimentos.

A lo largo de los años, otros hallazgos arqueológicos y antropológicos llevaron a conocer más detalles de la vida de esa comunidad originaria. "En las Sierras Azules, las Sierras de Ullum, las de Villicum y de Pie de Palo, se encontró una gran cantidad de petroglifos -grabados sobre rocas- que estaban en las quebradas que llevan a la zona de pastura", dijo y explicó que esos petroglifos y su ubicación ayudaron a saber que los pobladores plantaban en los valles bajos, por el riego, y tenían el ganado, que en ese momento eran llamas, en las sierras vecinas. Sobre el tipo de agricultura que tenían los pobladores en el 1200, Michieli dijo que aún no encontraron evidencia, pero que se sabe por documentos históricos de los españoles, que los nativos sanjuaninos plantaban maíz, zapallo, quinoa y porotos.

Por otro lado, y a pesar de que el hallazgo de esta semana fue de un solo esqueleto, la especialista dijo que en esta época era normal el enterramiento de muchos muertos en el mismo lugar. Sin embargo, resaltó que dependiendo de la zona (Calingasta, Iglesia o el valle de San Juan) las sepulturas variaban. "Los enterramientos múltiples eran habituales y son más característicos en esta zona -el Valle del Tulum-. En Calingasta, por ejemplo, los pobladores que cultivaban bajo riego, tenían otra forma de disponer los cadáveres", agregó.

En este mismo sentido, dijo que otra costumbre relacionada a los muertos en esa época y a la zona que actualmente es el Gran San Juan y sus alrededores, es la colocación de puntas bajo los cuerpos. "No sabemos si esas puntas estuvieron armadas como flechas, porque lo que quedó es la piedra con esa forma. En cambio, en Iglesia, en la misma época, las tumbas conservan más elementos. Allí se pudo encontrar las telas que envuelven los cadáveres, pero no las flechas. Mientras que en Calingasta sí hay flechas en las tumbas", agregó y explicó que si bien estas sociedades de hace un milenio tienen cosas en común, como por ejemplo la construcción de canales, también tienen muchas particularidades, que se espera conocer con el paso del tiempo y con los futuros hallazgos. De hecho, Michieli comentó que hay investigaciones para conocer si los enterramientos se hacían sin importar el sexo de los muertos, la edad, cómo era la dieta de la época y la expectativa de vida que tenían.

"Es necesario recalcar que la gente que encuentre estos restos no los debe tocar. Tienen que avisar a la Policía, porque así se pueden sacar de forma profesional y obtener los datos que da el lugar donde están enterrados. Es que el hueso suelto no dice mucho", concluyó Michieli.

>> Otros hallazgos importantes

Enero de 2021

A principio de este año realizaron un hallazgo arqueológico en Jáchal (foto). Se trataba de la tumba de una mujer. Fue en la zona de Pachimoco.

Mayo de 2020

En mayo de 2020 encontraron piezas arqueológicas en Iglesia. Se realizó la excavación y rescataron material cerámico y lítico (piezas talladas en piedra).

Septiembre de 2020

Hace casi un año hallaron antiguos petroglifos en dos sectores de Calingasta. Los detectaron en dos sitios al oeste de la localidad de Villa Nueva.

Febrero de 2018

En febrero de 2018, en Sarmiento, encontraron restos de 7 personas. Primero se pensó que eran desaparecidos de la Dictadura, pero eran de una tribu originaria.