Pero en esta temporada, caracterizada por fuertes lluvias, el problema se agudizó, al punto que en Vialidad Nacional dijeron que tienen en estado de alerta al campamento de la zona. Y es que a principios de marzo, Vialidad informó que habían tenido que trabajar casi a diario para limpiar badenes y tramos afectados por piedras y barro.

Desde los primeros días de enero pasado, las lluvias obligaron a continuas intervenciones. incluso a hacer un desvío entre Huaco y San Roque tras el temporal del 9 de enero. En febrero, los problemas llegaron al extremo de que una creciente arrastró un auto en la zona de Niquivil, el día 19. La seguidilla de lluvias se sucedió en las jornadas siguientes, tras las cuales la ruta quedaba intransitable durante algunas horas por la gran cantidad de material de arrastre que quedaba depositado en las zonas más bajas.

Los badenes, además de ser peligrosos, han sido un constante dolor de cabeza para quienes van o vienen de Jáchal, ya que cada tanto, de acuerdo a la gravedad de las crecidas, quedan aislados.