Las madres. Vanesa Mestre, Paula Garay, Mirna Castro, Adriana Martignoni, Silvana Guevara, Verónica Zamarbide, Claudia Grynszpan, Josefa Pereyra y Eugenia Putelli (de izquierda a derecha) fueron las protagonistas de este encuentro de mamás.
 

En el marco del Día de la Madre, que se celebra hoy, DIARIO DE CUYO reunió en una mesa redonda a 9 mamás sanjuaninas que trabajan en distintos ámbitos y que se dividen entre la maternidad y sus ocupaciones profesionales. Entre anécdotas, risas y el inevitable orgullo de sentirse superpoderosas, y totalmente exhaustas en otros momentos, las mamás dijeron que la extrema organización y aprender a delegar algunas tareas son las claves para que la maternidad y el trabajo sean compatibles. Las mamás invitadas fueron: Vanesa Mestre (abogada), Paula Garay (docente), Claudia Grynszpan (ministra de Turismo), Eugenia Putelli (jefa de prensa de Desarrollo Humano), Josefa Pereyra (Subcomisaria), Mirna Castro (cabo de la Policía), Silvana Guevara (bombera de la Policía), Verónica Zamarbide (arquitecta) y Adriana Martignoni (empresaria).

Si bien admiten que se perdieron muchas cosas de la vida de sus hijos, y lo siguen haciendo, por el tiempo que le dedican al trabajo, están más que seguras que son buenas madres. Es por esto que ninguna dejaría de trabajar para dedicarse exclusivamente a la maternidad.

Ceder, analizar si el acto de la escuela es realmente importante como para dejar de trabajar, buscar la forma de estar en dos lugares a la vez y coordinar hoy lo que se hará en los dos o tres días siguientes, es parte del pensamiento diario de estas mamás. Es que para ellas, la organización las lleva al éxito de cada día. No duermen ni 5 minutos de más para que no se les descompagine la jornada. "Somos demasiado exigentes con nosotras mismas. Queremos que todo salga perfecto", dijo Adriana Martignoni y todas admitieron entre risas que les gusta que las cosas se hagan como ellas quieren.

Organizar la casa para que la tarea de ser madres sea lo menos complicada posible es un trabajo extra que cada una tiene, además de su profesión o su trabajo. Dentro de esta organización, están convencidas que el apoyo del papá de los hijos, los abuelos, los tíos y hasta en ocasiones los amigos hacen que la crianza de los chicos sea factible y sea también la única forma de que ellas puedan trabajar fuera de casa, tranquilas.


Estas mamás dijeron que tienen hijos independientes, desde pequeños, y que eso es bueno.


"Dentro de lo que es la organización tenemos en cuenta que en el trabajo hay que dar todo para que una sea reconocida y tengan una buena imagen nuestra. Todo esto pensando en que si uno tiene que pedir un permiso porque hay una fiesta en el jardín, por ejemplo, nos lo den con ganas y sin peros", dijo Silvana Guevara y otras comentaron que no asistir a los actos escolares es uno de los reclamos que más hacen los chicos. "El peor enemigo es la culpa. Nos dividimos en dos cosas que nos gustan, el trabajo y los hijos. Hay veces que no hay que estar en todos los eventos que la sociedad marca, sino en los que nosotros consideramos que son realmente importantes para la familia. El vínculo se hace en la casa. El resultado final como mujer es poder ver que nuestros hijos están bien y felices", dijo Grynszpan e hizo pensar a todas las mamás. Ahí, todas coincidieron que es importante encontrar un equilibrio entre la cantidad y la calidad del tiempo que se les ofrece a los hijos. "Para la organización es fundamental tener al lado gente querida", agregó Putelli. Y todas admitieron que por momento tanta organización las enloquece, pero a ninguna se le ocurriría dejar su empleo, pues se consideran capaces de hacer todo a la vez.

Al hablar de organización salió a la luz que a todas les cuesta delegar las tareas. Si el niño se enferma ellas quieren llevarlo al médico, si tiene una tarea escolar difícil ellas quieren ayudarlo y si está en un acto ellas quieren filmarlo. Quieren ser las responsables de los éxitos y los fracasos de los hijos y muchas veces piensan que como ellas lo hacen nadie más lo hará. Es por esto que aprender a delegar y aceptar que otros también pueden cuidar y enseñar a los hijos con amor y de buenas formas, es un gran desafío. Es que, a pesar de que muchas lo hacen instintivamente porque sus trabajos les lleva demasiado tiempo, siguen sintiéndose incómodas o disgustadas cuando otro ocupa su papel. "Los maridos se desenvuelven muy bien con los hijos, pero somos nosotras las que no nos corremos", agregó Josefa Pereyra. "Tenemos que dejar que los papás también ocupen el lugar que les corresponde. Hoy vemos que nuestros hijos tienen grandes lazos con sus papás y que no dejan de tener uno hermoso con nosotras", dijo la ministra y todas se rieron con complicidad, porque admitieron que todas sienten que son las mejores para estar a cargo de los hijos.

Los reclamos y el tiempo que cada una dedica para sí misma fueron otros de los temas que se pusieron sobre la mesa. La computadora y el tiempo que pasan hablando por teléfono es la mayor crítica que les hacen sus hijos, mientras que otros piden más tiempo para disfrutar en familia. Todas coincidieron, que en antes estos reclamos hablar con los hijos, explicarles la situación y hasta compartir momentos del trabajo con ellos es la forma de hacerlos entender por qué ellas no están siempre. "Nuestros hijos saben que debemos trabajar. Para ellos es raro que una mamá no trabaje", agregó Mirna Castro una de las policías. En lo que todas coincidieron es que ante tantas ocupaciones el lugar y el tiempo que siempre sacrifican es el de ellas. Para estas mamás, dedicar tiempo para hacer gimnasia, descansar o estar sin hacer nada es el gran desafío de la mujer que trabaja, para no terminar totalmente asfixiadas. La lactancia fue otro gran tema de conversación. En este punto, las 9 madres sanjuaninas coincidieron que dar de mamar a un hijo, es lo más lindo que les pudo pasar, pero que en este tema el trabajo les jugó una mala pasada. Y fue en este momento de la maternidad que empezaron a pensar que la organización las podía llevar al éxito. Padres que les llevaban a los hijos a media noche para amamantarlos, organizar las tareas de la casa para estar desocupada a tal hora para dar el pecho y hasta acondicionar una habitación en el negocio donde trabajaban para convertirlo en un cuarto adecuado para estar con el bebé, fueron alguna de las estrategias que ellas comentaron y que pusieron en práctica.

Al finalizar la charla, todas dejaron en claro, que cada fórmula, cada estrategia y cada crianza es la mejor, pues cada una la hace con el mayor amor del mundo y con el fin de obtener el mejor resultado: ser buena mamá.
 

Rivadavia, de festejo

La Municipalidad de Rivadavia festejó el Día de la Madre con las vecinas del departamento. Durante la fiesta hubo baile, espectáculos artísticos y varios sorteos. El intendente, Fabián Martín, entregó una moto y varios regalos más a las mamás presentes.

Las Protagonistas

Eugenia Putelli es la jefa de Prensa del Ministerio de Desarrollo Humano y colabora en Comunicación de Casa de Gobierno. Tiene 2 hijos, Aldana y Martín, de 11 y 10 años respectivamente. "Nuestros hijos ya tienen internalizado que mamá trabaja, y lo ven como natural", dijo.
Vanesa Mestre es mamá de Macarena (12) y de Gaspar (1). Trabaja como abogada de manera particular. "Soy independiente y tengo horarios que yo misma me impongo, pero tengo plazos que cumplir, fechas importantes y hay que ser responsable", dijo.
Claudia Grynszpan.Yo sé que mis hijas saben que estoy para ellas siempre, aunque no esté en ese momento importante", dijo la ministra de Turismo y Cultura. La funcionaria tiene dos hijas: Lucía Caballero, de 10 años, y Juliana Caballero, de 7 años.
Josefa Pereyra es mamá de Ezequiel de 19 años, Germán de 16 años y Fabricio de 12 años. Ella es Subcomisaria y jefa de la División Previsión Social. "Postergué mucho por mi trabajo, pero mis hijos hoy me reconocen lo que hice por ellos", dijo.
Mirna Castro es mamá de un varón de 6 años. Es cabo de la Policía y trabaja en la Comisaría 4ta. "No es fácil cuando una está sin el papá del niño. Yo trabajo muchísimo y mi familia nos apoya mucho. Es muy difícil, pero se puede", dijo.
Adriana Martignoni. "Somos autoexigentes. Tenemos que ser perfectas en casa y en el trabajo", dijo Adriana, que tiene una empresa de esterilización. Ella agregó que se siente orgullosa de su desempeño como mamá de María Carolina, María Emilia y Gerardo Agustín.
Paula Garay."Me perdí muchas cosas de mis hijos por el trabajo, pero ellos entienden y me respetan", dijo Paula Garay que es maestra de música en dos escuelas, una en Las Lagunas, Sarmiento. Ella es mamá de Juan Ignacio y Facundo Fernández.
Silvana Guevara."Si me quedo 5 minutos más en la cama se me desordena todo el día", dijo Silvana que es mamá de Tomás (3 años) y Paulina (1 año). Es cabo de la Policía de San Juan y profesora de Educación Física. Se desempeña en Bomberos, en el destacamento de Capital.
Verónica Zamarbide."Ya tengo hijos grandes, pero sigo dándoles indicaciones", dijo Verónica, que se recibió de arquitecta cuando ya tenía a sus dos hijos Juan Ignacio (24) y Julieta (22). Además de ejercer como arquitecta tiene una empresa de decoración.