A fines del año pasado, en pleno Palermo Hollywood se inauguró el restó bar Perón-Perón. Impacta el altar enclavado en el centro. Velas blancas y flores rodean un retrato de la Evita glamorosa, con rodete, joyas y sonrisa amplia. Hay estampitas de santos. También de Néstor Kirchner. Más abajo, completa la escena un equeco -dios aimará- que envió de obsequio hace unos días el presidente boliviano, Evo Morales.

Así, ecléctico y peronista, es el restó bar inaugurado en el barrio porteño. Mezcla íconos de la década del "50 -desde viejas herramientas y overoles colgados sobre la pared hasta máquinas de coser Singer similares a las que repartía el gobierno- y grafitis actuales con la leyenda "Fuerza Cristina".