María Alé reside en San Juan y su hijo, en Buenos Aires. Por las medidas de aislamiento social obligatorio dijo que no puede abrazar al niño de 6 años hace 9 meses. Y en una de las tantas conversaciones él le contó que además que su regalo de Papá Noel, quería que todos los niños recibieran realmente un obsequio.

A María le quedó el tema dando vueltas y lo conversó con una amiga, Mariela Rico, quien junto a su hija Andrea Riveros le comentaron que en el Barrio Colangüil, departamento Pocito, los niños no recordaban haber visto pasar a Papá Noel en el comienzo de una Navidad.

La mujer de 28 años decidió entonces que podría ayudar a que se transmita con mayor intensidad el espíritu navideño en esas casas del barrio ubicado cerca de Vidart y Agustín Gómez.

Reconoció que antes de la charla con su hijo no había tenido otro tipo de iniciativa similar, pero en esta ocasión dedicó tiempo y energías para armar 100 bolsistas con golosinas, que en las primeras del viernes repartió Papá Noel, que contó también con la  ayuda de Mariela y Andrea.