El presidente de Independiente, Javier Cantero (foto), admitió ayer que pidió que el partido ante Unión de noche para favorecer la asistencia de los socios comunes y precisó que su dirigencia amplió a casi un centenar el derecho de admisión en el marco de la lucha para combatir a la barrabrava. “Esto fue sobre la hora del partido y hubo que suspenderlo. Me hago responsable porque pedimos que se jugara de noche, pero nosotros trabajamos para los socios y la mayoría no podría ir a la cancha un viernes de tarde”, reconoció Cantero, al tiempo que remarcó que “fue la mejor decisión suspender el partido”.