Así estaba el medidor de la mujer.

Ni bien el caso de la albardonera Luciana Díaz se hizo público por este diario, desde el EPRE ordenaron a Energía San Juan reconectarle el servicio. Es que lo necesita de forma imperiosa para poder refrigerar los remedios que toma su hijita de 3 años que son claves para controlar sus cuadros de convulsiones.

El drama de esta mujer fue cuando se le empezó a acumular una deuda que para su bolsillo se tornó impagable. Por ese motivo, le cortaron la luz pero logró después de varios trámites una nueva línea de contratación del servicio básico.

Pero cuando todo parecía encaminado, desde la distribuidora empezaron a dilatar la tarea al punto que hacía una semana todo seguía sin resolverse.

En el EPRE dijeron que no había asentado ningún reclamo, por lo que se enteraron de la novedad por el diario. En tanto que desde ESJ le argumentaron al organismo de control que la reconección no llegó antes "por problemas en el puesto de medición".