El proyecto para eliminar los badenes de la ruta 40 que va a Jáchal está aprobado desde mediados de 2009, pero quedó demorado por cuestiones presupuestarias para concretarlo en 2010. Sin embargo, las lluvias que afectan a la provincia desde fines de diciembre pasado y que obligaron a Vialidad Nacional a trabajar casi a diario en los últimos dos meses para liberar el camino tras las crecientes generó apuro en las autoridades, que quieren licitar la obra lo más pronto posible, reconoció Rubén Lomas, titular del distrito San Juan de Vialidad Nacional. Y es que además de las complicaciones para la gente, hay un alto costo de mantenimiento en un tramo de apenas 91 kilómetros, el que va de Talacasto a San Roque y donde se concentra la mayor cantidad de badenes.

El proyecto contempla reemplazar los badenes por alcantarillas, que si bien no serán la solución definitiva, sí se convertirán en un importante paliativo para disminuir los problemas que genera la lluvia en la zona, especialmente en época estival. "El proyecto está aprobado por el ente central de Vialidad y está listo para licitar, por lo que estamos presionando para que salga en los próximos meses. Nuestro apuro no sólo pasa porque este año tuvimos muchos días lluviosos que nos obligaron a trabajar casi a diario para no afectar a los que transitan por ese camino, sino también porque es muy caro el mantenimiento", afirmó ayer Rubén Lomas.

"No quiero dar una cifra por temor a equivocarme, pero en lo que va del año hemos gastado mucho dinero, mucho más que en los veranos pasados. Hay que tener en cuenta que las lluvias no nos han dado tregua y sólo en el tramo que va de Talacasto a San Jorge tenemos afectados a 12 personas trabajando incluso fines de semana y feriados, por lo que hay que pagarles doble jornada, inspectores, máquinas viales, excavadoras, cargadoras, camiones, camionetas y todo el material necesario para dejar la ruta en condiciones cada vez que la afectan las crecientes", agregó el funcionario. En Vialidad son optimistas en esta gestión luego de que en febrero pasado, el organismo logró licitar una obra similar en la ruta 149, tramo Barreal- Calingasta, aunque en este caso el costo era de casi $10 millones y en la ruta a Jáchal es de $130 millones.

De acuerdo al proyecto, en vez de que el agua de las crecientes circule por los actuales badenes, lo hará por alcantarillas por debajo de la calzada. Cada alcantarilla tendrá obras de defensa en la embocadura llamadas colchonetas de gaviones (son estructuras de piedras envueltas en tejidos metálicos), para amortizar el paso del agua.

Por otro lado, el proyecto contempla la llamada "travesía urbana" en Niquivil, que consiste en el ensanche de la ruta en ese poblado, refugios, puente peatonal y una ciclovía, entre otras mejoras que servirán a la seguridad de los pobladores. La obra tiene un plazo de 24 meses, lapso en el que no estará cortada la ruta, sino que realizarán desvíos paralelos a medida que avancen con las alcantarillas.