El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) logró identificar a 88 soldados tras la exhumación de 121 tumbas del cementerio de Darwin, en las que descansan los combatientes argentinos que murieron en la Guerra de Malvinas. Ahora, el Gobierno inició el periodo de entrevistas con los familiares para dar a conocer los resultados. Allí, yacen los restos de dos sanjuaninos. Familiares contaron cuál es su situación.

Si bien fueron 23 los soldados de San Juan que murieron durante la guerra, 21 de ellos eran parte de la tripulación del ARA General Belgrano. Mientras que los otros dos combatientes fueron abatidos en suelo malvinense. Se trata del cabo principal Agustín Hugo Montaño y el teniente Oscar Augusto Silva. Sus familiares contaron que ambos están identificados desde el final de la guerra, por lo que sus cruces tienen inscritos sus nombres. A la vez, destacaron la importancia de saber exactamente dónde está cada soldado caído para sus allegados.

“El cuerpo de mi hermano –Agustín Hugo Montaño- supuestamente fue encontrado con su medalla. Por eso, pudieron tener sus datos y sepultarlo bajo su identidad.  Él fue enterrado bajo piedras provisoriamente y, luego, en una fosa común que armaron los ingleses. Al año, más o menos, cada caído fue cubierto con sábanas y colocado en un cajón para ser sepultado en el cementerio. Allí le colocaron su nombre”, contó Miguel Montaño.

Y relató que “yo fui parte del contingente que este año viajó con el Gobierno de San Juan a las islas y pude visitar la tumba de mi hermano. Es muy importante saber dónde está, sin embargo, aún tengo dudas”.

Al respecto contó que “la incertidumbre se mantiene, por eso a nosotros nos hubiera gustado que se hiciera el ADN de todos los cuerpos, y no sólo de que aquellos que estaban sin identificación, para estar seguros”.

Por su parte, Nely Silva, hermana del teniente Silva, contó que su hermano fue uno de los primeros en ser identificados. “A él lo encontraron bajo la nieve, se veía parte de su ametralladora. Un oficial argentino lo destapó y le rindieron homenaje. Después, lo llevaron a su tumba, bajo su nombre”, comentó la mujer.

Y recordó que “yo tuve la oportunidad de viajar en los ’90, durante el gobierno de Menem, y para mí fue una bendición poder estar frente a él. Es necesario para los familiares saber dónde están”.

A la vez, agregó “yo todavía no hago el duelo, pero me tranquiliza saber que está en esa tierra. A mí me ofrecieron traerlo, pero no lo haría nunca. Mi hermano juró dar la vida por la patria con total convicción y es lo que hizo. Debe descansar allí”.