Pese al fuerte hermetismo en el área de Salud Pública, en San Juan estudian una decena de casos de personas infectadas supuestamente por un virus transmitido por la picadura de un mosquito, de los cuales uno falleció e investigan si fue por esta causa, según fuentes de esa cartera. Aparentemente se trata de una enfermedad llamada Encefalitis de San Luis (ESL, inflamación del cerebro) y la transmite el Culex pipiens, el mosquito común y corriente, que es diferente al que transmite el dengue, que se llama Aedes aegyptis.
Según fuentes calificadas, el lunes pasado falleció una persona que estaba entre los casos sospechosos de tener ESL, por lo que están analizando sus fluidos corporales para determinar si esta fue o no la causa del deceso. A principios de mes murió un paciente que tuvo sintomatología similar a la ESL, pero las fuentes descartaron que fuera por la enfermedad, pese a que ayer hubo versiones que indicaban lo contrario. Y es que fue una jornada de sospechas y rumores, que contrastaron con un silencio total en el Ministerio de Salud, en la que el ministro Oscar Balverdi no pudo ser contactado y los encargados de epidemiología e infectología no quisieron brindar declaraciones. Por la tarde, un escueto comunicado de prensa informó que el ministro Balverdi hoy brindará una conferencia de prensa para hablar sobre la situación.
Si bien el virus de San Luis es transmitido por el mosquito Culex pipiens a los humanos, no se contagia de persona a persona. En tanto que a partir de la infección, una persona puede o no desarrollar la enfermedad, dependiendo de las defensas y anticuerpos que tenga.
Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las infecciones graves de ESL están marcadas por un inicio abrupto de cefalea, fiebre elevada, mareos y náuseas. La mayoría de los casos se recuperan espontáneamente, sin embargo algunos desarrollan signos de infección del sistema nervioso central, como rigidez de nuca, confusión, desorientación, temblores, estupor e incluso puede llegar al coma. Casi el 90% de los adultos mayores que adquieren la enfermedad desarrollan encefalitis y la letalidad oscila entre el 5 y 15%, aumentando con la edad, de acuerdo al informe.
No existe vacuna ni tratamiento antiviral específico y por eso la prevención (usar repelentes, destruir criaderos de mosquitos y proteger las viviendas con telas mosquiteras) es clave.
El año pasado, la OPS lanzó un alerta epidemiológica para que la Argentina refuerce la vigilancia de los síndromes febriles con manifestaciones neurológicas, luego de detectarse casos en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.

